El psicólogo cordobés Mario Flores Martínez critica 'el maquillaje de la realidad a través de lenguaje que llevan a cabo los políticos' en su libro 'Diccionario Progre', que publica la editorial andaluza Jirones de Azul.
En una entrevista, el psicólogo, que firma hoy ejemplares de su obra en la Feria del Libro de Sevilla, destacó que a través del lenguaje el poder 'intenta construir una realidad alternativa, virtual, que no es tal, y que pretenden ofrecer una imagen y una idea de la gestión política que no corresponde con la realidad'.
Por otro lado, ahondó con la idea de que 'hay multitud de palabras que intentan maquillar la realidad, que es la que es, no va a ser otra por muchos términos que uliticemos. Pretenden construir una realidad alternativa, donde todo es muy mágico y muy feliz, pero la realidad va por otro lado', aseveró.
El autor hace responsable de esta corriente al poder político, pero especificando en 'la progresía, los encargados de la política de izquierdas, que tiene que ver con la actitud totalitaria de instaurar una serie de ideas vinculadas con la ingeniería social, con la manipulación de la realidad. Disfrazar la realidad con unos ropajes que intenta disimular lo que no es', apuntó. El papel de los medios lo ve como 'el eco de lo que ocurre en la sociedad, el lenguaje progre existe y como tal lo reproducen', subrayó Flores Martínez.
En referencia a la captación del mensaje por parte de la población, el psicólogo lucentino resaltó que 'el lenguaje es tan deslumbrante y tecnificado que pretende transmitir la idea de que estamos en manos de auténticos tecnócratas, personas con una preparación y formación espectacular' y reincidió en la idea de que 'lo que se hace es maquillar una realidad que nos venden, pero claro la gente de a pie de alguna manera se deslumbra con ese tipo de lenguaje y se consigue trasmitir la idea de que estamos en buenas manos'.
Flores Martínez confesó que 'el libro parte del trabajo de un disidente, que se niega a aceptar que el poder político tenga que manipular el lenguaje de todos los españoles, para de alguna forma instigar su ideología en los ciudadano'. Añadió que 'no está dispuesto admitir que se hurte al pueblo en su derecho de hacer uso del lenguaje porque es la ciudadanía la propietaria del lenguaje y nunca el poder político'.
La obra, que surgió como un divertimento, contó con el apoyo del periodista Antonio Burgos, quien incitó a Flores Martínez a llevar a cabo el proyecto editorial. Del columnista partió la idea de abordar la gran cantidad de términos y expresiones recabadas por el psicólogo con un formato de diccionario y con un tono irónico y sarcástico.
Entre los términos 'más singulares' para el propio autor, se pueden encontrar, 'residuo biosanitario' para un aborto de 22 semanas, 'persona en proceso de búsqueda de empleo' para un parado. Términos que 'provocan indignación y pueden llegar a ofender', según el psicólogo andaluz, como 'persona con limitación en la actividad' para referirse a un minusválido.
Otros casos que se pueden leer 'fiesta del solsticio de invierno' por navidad o evitar el uso del masculino genérico para no dejar a un lado a las mujeres, como 'funcionariado' o 'persona ocupada' por ocupado.
Martínez Flores espera que se produzca 'una división de opiniones' entre los lectores. 'Habrá quien esté totalmente de acuerdo con lo que lee y quien entienda que es un libro reaccionario, carca y que lo ha escrito un facha. Pero cuando las palabras y las ideas han perdidos todo su valor en este momento en el que nos encontramos, este tipo de críticas no tienen demasiado peso'. A su vez indicó que 'el libro está sustentado por un prefacio donde se argumenta todo lo que contiene la obra, es algo que hay admitir, es un ejercicio de libertad'.
El propio psicólogo explicó que su obra va dirigida a unos lectores 'inteligentes', que sean 'críticos con la realidad, que no se conformen con comulgar con ruedas de molinos, de espíritu crítico y observadores de esa realidad social que es patente, pero que a veces se encargan de ocultarla tan bien que pasa desapercibida para muchas personas', apostilló.
'Diccionario Progre' es la primera vez que se aborda este tema de forma editorial, pues sólo se conocían trabajos similares en Internet. Flores Martínez aseguró estar trabajando en un segundo tomo y haber estudiado la posibilidad de tratar los términos en el bando conservador, aunque reconoció que 'no es tan prolijo, ni fértil, ya que es un lenguaje más discreto y concreto'.
Mario Flores Martínez, nacido en Lucena en 1969, se presenta como 'un mero observador de la realidad social que le ha tocado vivir'. Es colaborador en medios de comunicación locales, ha publicado artículos en revistas especializadas en referencia a su especialización, la prevención de drogas. A su vez, es ponente y conferenciantes en foros profesionales del ámbito.
Por otro lado, ahondó con la idea de que 'hay multitud de palabras que intentan maquillar la realidad, que es la que es, no va a ser otra por muchos términos que uliticemos. Pretenden construir una realidad alternativa, donde todo es muy mágico y muy feliz, pero la realidad va por otro lado', aseveró.
El autor hace responsable de esta corriente al poder político, pero especificando en 'la progresía, los encargados de la política de izquierdas, que tiene que ver con la actitud totalitaria de instaurar una serie de ideas vinculadas con la ingeniería social, con la manipulación de la realidad. Disfrazar la realidad con unos ropajes que intenta disimular lo que no es', apuntó. El papel de los medios lo ve como 'el eco de lo que ocurre en la sociedad, el lenguaje progre existe y como tal lo reproducen', subrayó Flores Martínez.
En referencia a la captación del mensaje por parte de la población, el psicólogo lucentino resaltó que 'el lenguaje es tan deslumbrante y tecnificado que pretende transmitir la idea de que estamos en manos de auténticos tecnócratas, personas con una preparación y formación espectacular' y reincidió en la idea de que 'lo que se hace es maquillar una realidad que nos venden, pero claro la gente de a pie de alguna manera se deslumbra con ese tipo de lenguaje y se consigue trasmitir la idea de que estamos en buenas manos'.
Flores Martínez confesó que 'el libro parte del trabajo de un disidente, que se niega a aceptar que el poder político tenga que manipular el lenguaje de todos los españoles, para de alguna forma instigar su ideología en los ciudadano'. Añadió que 'no está dispuesto admitir que se hurte al pueblo en su derecho de hacer uso del lenguaje porque es la ciudadanía la propietaria del lenguaje y nunca el poder político'.
La obra, que surgió como un divertimento, contó con el apoyo del periodista Antonio Burgos, quien incitó a Flores Martínez a llevar a cabo el proyecto editorial. Del columnista partió la idea de abordar la gran cantidad de términos y expresiones recabadas por el psicólogo con un formato de diccionario y con un tono irónico y sarcástico.
Entre los términos 'más singulares' para el propio autor, se pueden encontrar, 'residuo biosanitario' para un aborto de 22 semanas, 'persona en proceso de búsqueda de empleo' para un parado. Términos que 'provocan indignación y pueden llegar a ofender', según el psicólogo andaluz, como 'persona con limitación en la actividad' para referirse a un minusválido.
Otros casos que se pueden leer 'fiesta del solsticio de invierno' por navidad o evitar el uso del masculino genérico para no dejar a un lado a las mujeres, como 'funcionariado' o 'persona ocupada' por ocupado.
Martínez Flores espera que se produzca 'una división de opiniones' entre los lectores. 'Habrá quien esté totalmente de acuerdo con lo que lee y quien entienda que es un libro reaccionario, carca y que lo ha escrito un facha. Pero cuando las palabras y las ideas han perdidos todo su valor en este momento en el que nos encontramos, este tipo de críticas no tienen demasiado peso'. A su vez indicó que 'el libro está sustentado por un prefacio donde se argumenta todo lo que contiene la obra, es algo que hay admitir, es un ejercicio de libertad'.
El propio psicólogo explicó que su obra va dirigida a unos lectores 'inteligentes', que sean 'críticos con la realidad, que no se conformen con comulgar con ruedas de molinos, de espíritu crítico y observadores de esa realidad social que es patente, pero que a veces se encargan de ocultarla tan bien que pasa desapercibida para muchas personas', apostilló.
'Diccionario Progre' es la primera vez que se aborda este tema de forma editorial, pues sólo se conocían trabajos similares en Internet. Flores Martínez aseguró estar trabajando en un segundo tomo y haber estudiado la posibilidad de tratar los términos en el bando conservador, aunque reconoció que 'no es tan prolijo, ni fértil, ya que es un lenguaje más discreto y concreto'.
Mario Flores Martínez, nacido en Lucena en 1969, se presenta como 'un mero observador de la realidad social que le ha tocado vivir'. Es colaborador en medios de comunicación locales, ha publicado artículos en revistas especializadas en referencia a su especialización, la prevención de drogas. A su vez, es ponente y conferenciantes en foros profesionales del ámbito.
