Como agua de mayo es, para este tiempo nuestro, la prosa evanescente de "Las máscaras del fin del mundo" de Ramón Loureiro. En el escritor de Fene/Ferrol se dan la mano lo personal y familiar con lo cotidiano de su trabajo como periodista, que nos lleva por las páginas del libro a Mondoñedo o la Terra Chá, deambulando sin solución de continuidad los personajes de sus obras literarias que viven en la Última de todas las Bretañas, o Galicia del norte, y el reino de la Vía Láctea, las máscaras de su vida. Mas también a sus lectores, pues enlaza con “Diarios”, obra publicada en la Eurisaces Editora de Javier G. Lamelas, amigo común de Chandrexa, al que aún lloramos. Sucesos y “acontecidos”
de Galicia o y el ancho mundo aparecen en sus páginas siguiendo los ritmos diarios y de las estaciones en el ciclo festivo religioso, con la fina constancia del agua que cae del caño al pilón. Santiago, con San Andrés de Lonxe, nos unen. El Señor Cunqueiro y el atletismo, en el corazón, el pan de Cea y San Rosendo también, así como la pasión de la escritura a mano, con pluma, mastertuck en su caso, con tinta blue, con la que escribió este nuevo libro. Es la acción de la mano y el ojo, en este diario, memoria y biografía de sus “Opera et dies”, en la que la vida se va enredando como las cerezas en el cesto en un “bloomsday” continuo.
“Antroido” de D. “Rivada”, en el Liceo
En el sobreclaustro de honra David Gómez Pérez hace su primera exposición en Ourense, obras pictóricas, acrílico sobre passpartout, de medio y pequeño formato. El joven está concluyendo sus estudios de diseñador gráfico en la ciudad y pinta con la fuerza de sus años, veintitrés, firmando con anagrama en el que destaca su D. onomástica en heráldico trazo, entrando al mundo del arte como “Rivada”, a modo de ronsel de su padre, Xosé Lois Gómez Rivada, el conocido escultor y pintor X. Rivada. Ha participando con dos obras de “Carnaval” el pasado abril en Madrid en la colectiva de primavera en la Occo Art Gallery, siendo uno de los veintitrés artistas reunidos, entre los que estaban Antoni Clavé y Antoni Tàpies… Con “Antroido” ha debutado en marzo pasado en la sala del antiguo Hospital da Trindade, Monterrei, que mira hacia su tierra natal, en el valle de Verín. Ahora aquí, con el mismo título, trae diez pinturas, un elenco con tres temáticas, la que le da título, de jugosas encarnaciones, decidida expresividad y contrastadas luces, a las que se refirió diciendo que son “como as lambetadas de cores, son para desfrutalas”. Con ellas mujeres con trajes gallegos tradicionales, o una vista de la Acrópolis de Monterrei en azul, en la que desde la mancha se acerca a la abstracción. A ellas se une “Imos para Viveiro”, en este mismo concepto y color, que parece anticipar un futuro camino o proyecto. Aguardemos que el camino le enseñe y nosotros disfrutemos de su decir plástico.
