Aschwin Wildeboer, Rafa Muñoz o Marina García no lograron en Pontevedra la marca pedida para los Mundiales

Abrir la mano con las mínimas, el eterno debate

Mireia Belmonte, la húngara Jakabos y Bea Gómez, el podio de la prueba de los 200 estilos. (Foto: LAVANDEIRA JR)
Abrir la mano con las marcas mínimas es uno de los eternos debates de la natación española. Este año, después de los campeonatos de España clausurados el domingo en Pontevedra, se reabre respecto a los tiempos clasificatorios para el Mundial de Barcelona 2013.
Aschwin Wildeboer se hizo con un billete para los 50 espalda pero falló en los 100, en su mejor distancia y en la que fue finalista olímpico en Pekín 2008. El espaldista del CN Sabadell consideró que las mínimas están para cumplirlas y adelantó que no se quejaría si la Federación le deja fuera del hectómetro. Sin embargo, dejó entrever su deseo de competir en los Mundiales de 'su casa', en el Palau Sant Jordi.

La Federación podría permitir su participación en los 100 metros espalda, no sólo en reconocimiento a la carrera de un nadador que ha sido tres veces olímpico, Atenas 2004, Pekín 2008 y Londres 2012, sino también a sus posibilidades de entrar al menos en la final (Aschwin subió al podio en los 100 espalda a por una medalla de bronce en 2009 en Roma).

En una situación parecida se encuentra Rafa Muñoz. El cordobés se quedó sin ir a la capital británica porque el entonces director técnico de la Española de natación, Luis Villanueva, no quiso abrir la mano en los 100 mariposa, en los que no hizo la mínima, y los 50, en los que es el vigente campeón de Europa y tiene el récord del mundo desde 2009, no es una prueba olímpica.

Muñoz fue medallista de bronce en los 100 mariposa en los Mundiales de Roma 2009, su mejor año. Además, el cordobés se ha visto perjudicado por una mononucleosis que le ha impedido entrenar durante un mes y dos semanas durante el invierno.

La bracista Marina García vivió una situación parecida al quedarse fuera de los 100 braza y obtener billete en los 50 y 200 metros de ese estilo, su distancia favorita. García es una de las nadadoras españolas de mayor progresión y su buen tiempo, 2:27.77, a menos de un segundo de su récord de España, podría abrirle la puerta.

Los casos de Melanie Costa y Judit Ignacio son paradójicos dado que batieron los dos únicos récords de España, en dos pruebas, los 100 libre y 100 mariposa, en las que no hicieron las mínimas para los Mundiales.

Duane da Rocha está en un caso similar a Wildeboer porque no es una velocista e hizo la mínima en los 50 y falló en su mejor distancia, los 100. La malagueña cambió de entrenador después de los Juegos de Londres y estuvo entrenando dos meses en Australia, por lo que ella misma considera que todavía no ha cumplido el plazo de adaptación mínimo.

Otro caso es el de Héctor Monteagudo, que rozó la mínima en los 50 braza. Paró el crono en 28.12 cuando la Federación exigía 28.00 para ir a Barcelona, donde si se abriera la mano, Héctor debutaría en la alta competición internacional.

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