El clásico gallego transcurrió con el colorido habitual de este tipo de partidos y dos aficiones apasionadas contra el eterno rival

El ambiente, sin sorpresas

El resultado podría ser favorable a cualquier equipo. El ambiente en el Paco Paz en el clásico COB-Breogán fue el de tantas ocasiones durante los últimos 30 años. Buena afluencia de público -ayer en torno a los 4.500 espectadores- y pasión desde la grada.
La materia prima ya era de buena calidad. Con la directiva de Jorge Bermello trabajando en la cocina, el resultado fue un plato de primera para gourmets exigentes.

Fiesta infantil en el Pacito desde las cinco de la tarde. Película, juegos y merienda gratis para los niños. Unos 300 seguidores lucenses en la grada, animosos desde casi una hora antes del partido. Bonita interpretación 'a capella' del himno gallego a cargo de Natalia Rodríguez. Espectáculo en el descanso a cargo de la Escuela de Baile y Danza Acrobática del Pazo Paco Paz. Regalos, sorteos... Una parafernalia al nivel del encuentro, a la que el equipo local se sumó demasiado tarde, en los últimos 20 minutos.

Dicen que un árbitro completa un buen partido cuando pasa totalmente desapercibido. A la asistente, Susana Gómez, le costó un poco más porque muchos aficionados, locales y visitantes, estuvieron más pendientes de sus encantos que de sus juicios sobre el juego.

Fiesta, fiesta y fiesta en el Paco Paz. Lo malo es que ésta podría tocar a su fin en el próximo partido, salvo que el COB logre disputar el play off por la permanencia.

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