Deporte

Las bicicletas son para septiembre

Participantes en la edición de 2019.
photo_camera Participantes en la edición de 2019.
El Día da Bici regresa el domingo 18 después de un parón de dos años obligadas a permanecer paradas

Llega la edición más esperada del Día da Bici en Ourense, después de dos años detenidas en el arcén. La epidemia provocada por el covid dejó durante 2020 y 21 a miles de ciclistas ourensanos en la cuneta durante su jornada más esperada, aquella en la que las calles son de ellos. La cita, a las doce del mediodía del día 18 en la Alameda.

Carlos Moure, un año más al frente de la organización, subraya que “sí se puede decir así, que es una edición muy esperada. Hemos de tener en cuenta que es una cita que lleva treinta y cinco años de forma ininterrumpida, excepto una vez en los noventa por un problema que se pudo subsanar. Luego llegó la pandemia y no fue posible tomar las calles. Ahora volvemos, con todas las ganas del mundo”.

 La Alameda volverá a ser punto de partida. Por delante, una decena de kilómetros en una jornada que solamente pretende una cosa, ser festiva. No será necesaria la inscripción, que sin embargo tiene una razón de ser. Explica Moure que “se puede hacer la misma mañana de la prueba, una hora antes de la salida, o directamente no hacerla. Eso sí, los que la hagan tendrán derecho a participar en el sorteo” de cuatro bicicletas y cinco jamones. Además, los tres mil primeros recibirán una bolsa de avituallamiento. La tienda de bicis Moure y el Centro Comercial Ponte Vella son los lugares indicados, en horario vespertino, entre cinco y ocho y media. 

MOURE, “UN SUEÑO”

“Para mí, el Día de la Bici supone muchas cosas, pero por encima de todo supone un sueño. Pese a todas las complicaciones que hemos ido encontrando, la intención siempre va a ser fomentar el uso de la bicicleta. Eso es lo que nos motiva a seguir en la organización año tras año. Y los niños, los más importantes, la intención es que ganen un día en sus vidas, que el de la bici sea su día, que sean los protagonistas, que conozcan la ciudad desde ella, no desde un coche. Y ahí vamos a seguir”, adelanta.

 Corría el año 1983 cuando se celebró por primera vez el Día da Bici. Fue un 10 de enero, un domingo en el que el frío fue protagonista. Fue protagonista pero no pudo impedir que medio millar de ciclistas, en su mayoría jóvenes de entre diez y quince años, se enfrentasen a bordo de unos pedales.

Recuerda Emilio Fernández, uno de los organizadores, que “para motivar a la gente participante se nos ocurrió regalar unas gorras y unas bolsitas con una botella de agua y aperitivos. Con el sucesivo paso de los años, aquello fue creciendo, cada vez había más ambiente y empezamos a sortear unas bicis”.

“Desde los inicios, la filosofía que nos acompañó fue la de reivindicar una manifestación en favor de la bicicleta. Ahora, con el notable incremento de personas que la usan, nos centramos más en la seguridad”, añade. Ya falta menos para el día 18.

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