Entre altas temperaturas, calor, buen tiempo y día 'veraniego' en los primeros días de octubre, la Maratón do Miño llegaba ayer a su quinta convocatoria.
Lo hacía además en una jornada en la que se batía el récord de una prueba que, pese a su juventud, se ha hecho ya un espacio importante en el circuito atlético, reivindicando en su aspecto social el papel de los 'autónomos', en el ciudadano el entorno al que sirve, y en el deportivo avanzando con pulcritud organizativa hacia su consolidación como una de las pruebas de referencia, combinando además el espacio para el caminante con el competitivo.
No fue sin embargo la única cita la de la maratón. Si la prueba atlética ocupaba la mañana, la tarde -como es tradición en domingo y más llegado el tiempo de otoño- estuvo reservada para el fútbol. En el campo de O Couto, con no poco sufrimiento, el Ourense derrotaba al Lalín de 'Peluso' dejando Patxi Salinas no pocas píldoras en el arreón final de su análisis de los 90 minutos de su equipo 'y el entorno'.
Al final, 1-0 y la sensación de que no han encontrado aún los ourensanos la tecla pese a los resultados, y eso el público lo ve y lo manifiesta... claro.
No fue sin embargo la única cita la de la maratón. Si la prueba atlética ocupaba la mañana, la tarde -como es tradición en domingo y más llegado el tiempo de otoño- estuvo reservada para el fútbol. En el campo de O Couto, con no poco sufrimiento, el Ourense derrotaba al Lalín de 'Peluso' dejando Patxi Salinas no pocas píldoras en el arreón final de su análisis de los 90 minutos de su equipo 'y el entorno'.
Al final, 1-0 y la sensación de que no han encontrado aún los ourensanos la tecla pese a los resultados, y eso el público lo ve y lo manifiesta... claro.
