Cerca de 5.000 ourensanos acuden durante todo el día al Centro Cultural en busca de una fotografía con el trofeo de campeones del mundo

Como Casillas en Sudáfrica

Dos aficionados, en el momento de hacerse la fotografía con la Copa del Mundo. Abajo, una de las colas para entrar al Simeón. (Foto: MARTIÑO PINAL)
Nadie quiso perdérselo. No pudieron, como hicieran Casillas y la selección de fútbol en Sudáfrica, levantar el trofeo al tiempo que estallaban de júbilo, tampoco besarlo -aunque haber hubo quien ensayó un tímido beso sin apenas rozar la copa mientras madre, amigo o hermano retrataba el momento-, pero ni uno solo de los cerca de 5.000 ourensanos que aprovecharon la jornada del domingo para tocar la Copa del Mundo FIFA dejó de llevarse su fotografía a casa.
Unos, la mayoría, lo hicieron con la correspondiente y deseada imagen en sus cámaras o teléfonos móviles; otros, muchos también, con la ampliación en papel fotográfico que una empresa ourensana ofrecía al precio de 4 euros a quien así lo quisiera. No era un servicio obligado ni impuesto, como confirmaba el director del Centro Cultural de la Diputación donde permaneció el trofeo todo el día. 'Una empresa de fotografía de Ourense (Fotografía Salas) lo solicitó a la Federación y a la Diputación y se le autorizó con la condición de que este servicio no tendría carácter de exclusividad estando abierto a cualquier otra empresa que también lo solicitara. Muchas de las personas que acudieron -señala Francisco González- lo hacían sin cámara, con teléfonos móviles o, simplemente, quisieron llevarse la ampliación en papel de su imagen con la Copa. Ni la Federación ni la Diputación se llevaron un solo euro de lo que fue un servicio más y de carácter completamente voluntario para los ourensanos'.


UN ROTUNDO ÉXITO

La visita de la Copa del Mundo se convirtió, por lo demás, en un 'rotundo éxito'. Sin incidentes, con absoluto civismo, paciencia y respeto, los ourensanos guardaron cola para ver el trofeo, siendo a partir de las 17,00 horas y durante la tarde el momento de mayor afluencia. Antes, por la mañana, el presidente de la Diputación, José Luis Baltar, había recibido la Copa de manos del de la Federación Gallega de Fútbol, Julio Meana; agradeciendo especialmente sus gestiones para que el trofeo conquistado en Sudáfrica estuviera en Ourense a Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español, y al del Ponte, Plácido Díaz. El titular de la Diputación también fue el encargado de devolver la Copa mundial a la Federación.

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