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Casos y cosas de Luis Soria

Soria es uno de esos personajes del fútbol que no se jubila nunca.

Recuperamos las cosas del 'mister'. Luis Soria jugó poco tiempo al fútbol. Siendo portero de la A.D. Couto sufrió una importante lesión jugando un partido en Ponteareas y, por precaución, decidió dejarlo. Y se pasó a entrenar. La relación de equipos en que estuvo es tan amplia que sólo la recuerda él. Pero vamos, lo esencial, fueron los veinte años largos que echó vinculados a Club Deportivo Ourense, en el filial y hasta en algún caso, al primer equipo.

Soria es uno de esos personajes del fútbol que no se jubila nunca. Por ello, preside la Asociación de Entrenadores 'Afiador' y –creo que ya os lo dije otro día- se mantiene en el puesto a pesar de que ha entrado en los ochenta. Vamos, que sólo lo dejará a la fuerza. Hoy sin ir más lejos, celebran otro fin de temporada. Y van…



En Muíños

Cuando ya había dejado su trabajo en la Seguridad Social estuvo algún tiempo preparando al Muíños. Era difícil completar el plantel de jugadores en aquella zona próxima a la frontera. Yo estaba entonces también jubilado y era uno de los miembros del Comité de Competición de la Delegación Federativa en Ourense. Amigos de toda la vida se decidió a consultarme:

- Verás, é que ando moi mal de xogadores e só teño un porteiro. E expulsáronmo o domingo. Por agresión. Pero tiñamos que buscar disculpas para que lle poñades o menor castigo posible.

Le dije que había que conocer el caso y presentar un escrito con los argumentos que hubiere en su disculpa.

- É que non é una agresión normal, non lle pegou a un contrario, pegoulle a un compañeiro. Ao mellor eso non ten castigo.

Acusé mi sorpresa y quedamos en que el jugador y yo íbamos a vernos en la cafetería de Soria en la calle Concejo. Sorpresa: era un jugador de color, alto, que parecía un pívot de baloncesto. Un inmigrante. Le pedí que me explicara y hablando con dificultad castellano me fue informando.

- Entrenador dijo cuando saques portería manda largo, lejos, pero defensa empeñado “a mí, a mí”, y yo no hacer caso. Así varias veces. Hasta que enfadado me grita “eres negro de mierda”. Y entonces yo, darle ostia.

Así de simple. Fácil, ¿no?.



El lenguaje de los futbolistas

Julito Losada era uno de los directivos clásicos de C.D. Ourense. Personaje destacado del ambiente local en su zona centro y que vivía a fondo el tema futbolístico. Sobre el caso de Soria me decía un día.

- Es un personaje interesante dentro del fútbol. Y nos resulta especialmente molesto. Coincidir con la Agrupación Deportiva Couto en Tercera División resulta incómodo. Estamos obligados a ganar por prestigio, pero no es fácil. Este Soria además tiene una condición importante: habla como nadie el lenguaje de los futbolistas.

Vamos, que sabe contactar con ellos, los entiende y le entienden, estaba más cerca de la gente del balompié. Llegaba mejor que los directivos ourensanistas. Y además, Soria en un equipo lo hacía todo y de todo.

- Si un jugador nuestro no rinde y lo dejamos en libertad, lo ficha él y hay que ver la guerra que nos da luego. Si aparece un chaval que destaca en la cantera, cuando llegamos, ya lo ha fichado él.

La solución fue sencilla. La Agrupación Deportiva Couto pasó a ser filial de C.D.Orense con el nombre de Atlético Ourense y, claro, Soria de entrenador



Ante un Ourense-A.D. Couto

Años sesenta. En aquellos tiempos teníamos nuestro 'derby' particular. Tensión al máximo en un Ourense-Couto. Para el Ourense ganar era lo normal. Pero 'una machada' del A.D.Couto, impresionante. Vamos, que los de Soria jugaban a 'nada que perder y mucho que ganar'.

Aquella víspera de partido Soria advirtió seriamente a sus muchachos. “No quiero ver a nadie esta noche en la calle. En casa a dormir, a descansar”. Por eso le extrañó que a las tres de la mañana entrara la madre de Luis en su habitación diciendo “chámante ao teléfono”. Soria, que dormía siempre bien hasta en las vísperas de partido, no había oído el aparato y, medio dormido, se fue en pijama pasillo adelante. Escamado –es decir, un tanto cabreado- , soltó un “¿Que coño pasa, quen chama”. ¡Era uno de sus jugadores, puntal de la zaga!

- Estou na pensión da Concha. E que para que non me viran, vin durmir eiqui con unha... bueno, unha amiga. Pero non sei que coño lle pasa que non fai máis que chorar que lle doe dun lado e estou vendo que vai espertar a toda a fonda e vanme descubrir. A ver si me traes un médico. Que no teu traballo da Seguridade Social coñeces a moitos e serache fácil atopalo inda de sexa estas horas.

Soria se volvió a su madre que esperaba una aclaración sobre tan extraña llamada. Por eso, cuando Luis comentó “mamá vou sair á calle”, la buena señora exclamó sorprendida.

- ¿Á calle as tres da mañá? ¡Meu fillo, ti estás louco…!

- ¿Que o seu fillo está louco? ¡Non sabe ben hasta que punto? Tiña que saber onde vou.

Y acabó murmurando algo que su madre no acabó de entender.

- Pensei que no fútbol xa me pasara de todo, pero esto dende logo, non.

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