Sólo el final, lo que realmente importa, estropeó un partido muy meritorio del COB y con un excelente ambiente en las gradas del Pazo

El cielo debe esperar

Flander, con los brazos en la cabeza, lamentándose de una acción al final del partido.
El CAI tuvo que exprimirse al máximo para levantarse de la lona y acabar ganando a los puntos un combate que el rival estuvo cerca de llevarse por k.o. El COB sacó a relucir la garra y el hambre de quién se siente ofendido y pelea por su orgullo y por la supervivencia. Los de Paco García se dejaron el alma para nivelar una balanza insultantemente desfavorable en el talento, el físico y la experiencia. Le faltó rematar la faena.
Es lo único que le se le puede achacar al COB, no saber rematar a un CAI grogui en el tercer cuarto y contra las cuerdas mediado el último acto.

Paco García mostró galones y maniató a un equipo indefendible. El COB fue siempre una cabeza por delante del rival por el talento de Arco y la facilidad anotadora de Ogirri pero sobre todo por el planteamiento táctico del entrenador y la generosidad en esfuerzo de todos cuantos pisaron la pista. Ni un solo pero admite el COB de anoche.
García pobló de minas la zona y obligó a Quinteros a dar siempre un bote más, un paso más, a realizar un esfuerzo extra. Abós respondió siempre con lucidez. Buscó la ventaja en la zona y acabó sacando petróleo de una zona abierta que el COB se empeñó en convertir en una sucesión de pérdidas.
Con problemas en la circulación y el rival apretando al máximo las tuercas el COB llegó con la fe, la fuerza y la lucidez justa para jugárselo a un cara o cruz. Éxito rotundo de antemano pero duro castigo para un COB muy meritorio. Ogirri no acertó en ataque, repitió error regalando una falta casi sin tiempo y Quinteros no perdonó. A la desesperada el tiro de Loughton no entró y dejó en silencio un Pazo ensordecedor unos segundos antes.

El CAI se llevó un partido en el que no fue peor pero donde hizo más méritos. El COB se quedó con la miel en los labios, la rabia en el cuerpo y la caprichosa propina de los malos resultados de la jornada.

Los de abajo aprietan pero el COB de ayer no debe temer a nadie y mucho menos con el apoyo de un Pazo imponente. Entre ambos conseguirán el objetivo.

Lo mejor

La calidad hay que pagarla. El CAI se vio contra las cuerdas y tiró de los mejores para sacarse las castañas del fuego. Lescano encadenó dos canastas consecutivas y lanzó a Quinteros y Phillip. El pívot asumió la responsabilidad y clavó tres canastas impresionantes. Quinteros no falló desde la distancia y forzó la falta decisiva que le permitió anotar el punto definitivo. Entre Phillip y Quinteros anotaron 18 de los 24 puntos del CAI en el último cuarto. Entre los dos duplican los sueldos de todo el COB.

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