Un COB bonito mientras duró

Duelo en las alturas del Pazo Paco Paz entre Levon Kendall y el ala pívot del COB Javier Múgica (Foto: José Paz)
Sin Copa, pero con buen sabor de boca. El COB enseñó ayer sus virtudes y defectos en la final de la Copa Galicia, torneo disputado en plena preparación del equipo entrenado por Rafa Sanz. En realidad, fue el tercer partido de la pretemporada, 24 horas después del segundo y contra un equipo con más talento, kilos, altura y rodaje.
Los optimistas se quedarán con la primera parte realizada por el COB. Sin el lesionado Víctor Serrano -2,08 metros- los jugadores de Sanz parecían los hermanos pequeños de los Junyent, Kendall o Mejri. En realidad fueron un equipo, que resistió el 0-8 de partida, defendió su zona y desarrolló por momentos excelentes combinaciones de pases, con ritmo e incluso creatividad ante todo un ACB.
Mientras Nick Barbour pecaba de novato y no encontraba el camino hacia el aro -siete lanzamientos triples fallados y faltas inocentes- sus compañeros se repartieron las tareas, delegando en 'míster fintas' Kedzo la anotación, con las inestimables colaboraciones puntuales de Pablo Movilla en las penetraciones y Andy Ogide bajo el aro.
La defensa fue una causa común, achuchando en la medida de lo posible a un Obradoiro con múltiples recursos pese a sus bajas. La combinación de agresividad en su campo e ilusión en el contrario permitió al COB adelantarse en el marcador, 28-27, en el minuto 15.
Todo esto contra los jugadores suplentes de Moncho Fernández. La vuelta del cinco titular al final de la primera parte no significó un estirón importante, gracias al despertar anotador del trabajador Andy Ogide para Ourense, bien surtido de asistencias por todos sus compañeros. El oxígeno llegó al menos para mantenerse en el partido al final de la primera parte, 39-42. El COB había cumplido.
No pudo soportar el arreón visitante al comienzo de la segunda mitad. Primero un parcial de 0-6, después un festival anotador entre Buford y Corbacho -cuatro triples- incluso con la mano del defensor en la nariz. El 47-63 en el minuto 27, cuando Sanz agotó sus tiempos muertos, sentenció el partido con antelación. El Obradoiro fue mejor equipo y se encuentra en mejor momento. Nada que objetar.
Quedarse con la primera parte y mejorar los defectos -rebote, fluidez y acierto- son ahora los objetivos de un COB que dio muy buena imagen mientras aguantó el físico.

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