El Oviedo no fue rival para los de Rubén Domínguez, que fueron muy superiores desde el inicio y mejoraron notablemente su imagen colectiva

El COB se lava la cara (85-57)

El escolta Ribén Guillandeaux encara el aro del Oviedo ante el pívot Hector Macía (Foto: JOSÉ PAZ)
Pasar página era el objetivo de un Aguas de Sousas todavía lejos de convencer pero que sí mostró una interesante mejoría
El Oviedo, aunque la victoria hubiese sido todavía más contundente, no habría servido como test fiable para calibrar el nivel de los locales y tampoco de remiendo al roto de Andorra. Los asturianos viajan en un vagón más modesto y menos equipado que los aspirantes al ascenso. Un rival con pinceladas pero sin consistencia, con experiencia pero sin equilibrio.

El COB se frotó las manos desde el inicio aunque es cierto que con mérito propio que añadir a los deméritos del rival. El único riesgo para los de Rubén Domínguez era dejar pasar los minutos y no romper la cuerda, es decir, hacer lo mismo que hasta ahora. No pasó y ahí radicó parte de la mejoría, en la ambición inicial y en la consistencia posterior para hacer buena la brecha conseguida.

La defensa ahogó al perímetro de un Oviedo sin presencia en las zonas. Cortocircuito total que permitió crecer la renta sin prisa pero sin pausa. Un 9-0 casi al inicio marcó el territorio, los triples ampliaron la renta y la presión de Jorge Fernández en los instantes finales consiguió mantenerla. 15 puntos de ventaja para un COB mucho más lúcido y equilibrado en ataque que en las citas anteriores ante su afición.

Koffi y Webster anotaron sin abusar el tiro, Vicens cumplió y Pantín ratifica su crédito notándose en las dos zonas. En el perímetro entraron los triples y sobre todo se generaron buenas posiciones para lanzarlos.
Partido potable de un COB que en la segunda mitad no bajo marchas y consiguió su primera victoria holgada.

Guillandeaux mejora
La aportación de Guillandeaux es otra de las lecturas más positivas. El dominicano es clave y debe seguir progresando. En un equipo que aspira a destacar por su nota media el escolta es el único capaz de llegar al sobresaliente. Todavía le faltan piernas y le sobra pausa pero es, con mucho, el jugador más talentoso y desequilibrante del COB. Tiene puntos en la manos, buen contra uno y una visión de juego de superior categoría. Si tiene confianza y sigue mejorando debe ser capaz de jugar y hacer jugar, de subir por sí solo el nivel del equipo. Ante el Oviedo sólo falló un tiro de campo y dejó los mejores detalles del partido. Pero sobre todo se soltó y jugó con la cabeza alta y la sonrisa en la cara. Invita al optimismo.

Guillandeaux es un brote verde para un COB que no tiene excusa en Plasencia y que debe llegar con los mismo números que los líderes a la recta final de la primera vuelta en la que se enfrentará consecutivamente a tres rivales directos, Coruña, Ávila y Aurteneche.

De estos cuatro partidos dependerá que el estropicio de Andorra se quede en un borrón o se convierta en un aviso sin reacción para un COB con escaso margen de maniobra si quiere aspirar a lo máximo. Ante el Oviedo sacó el orgullo y mejoró su imagen pero el momento de reivindicarse no ha llegado.

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