El Arenteiro debutó el pasado sábado en Primera Federación. Lo hizo ante el Nástic de Tarragona, dónde perdió por 1-0. Los tarraconenses fueron mejores la mayor parte del encuentro y solo la gran noche que tuvo el portero verde Diego García evitó que los suyos regresaran con una goleada y les mantuvo vivos hasta el pitido final.
El portero ourensano fue el gran protagonista y si hubiera premio al mejor del choque, seguro que se lo hubiera llevado. Diego, que cumple la cuarta temporada defendiendo la meta verde, llegó en Tercera Federación, estuvo los dos años en Segunda y ahora vivió el debut, tanto del equipo como el suyo en Primera RFEF. Se mostraba satisfecho, pero sin euforia: “Seguimos dando pasitos hacia adelante, pero creo que aún faltan más”. Sobre si encuentra mucha diferencia entre las categorías aún no tiene una opinión muy formada: “Hombre, aún no tengo mucho margen para poder comparar porque solo va un partido, pero lo que sí está claro es que los campos, el ritmo de juego, la concentración y la calidad de los jugadores es superior, pero también es cierto que nosotros acabamos de llegar y tenemos que ir adaptándonos poco a poco”.
Ya hablando del partido, Diego García sabe que fue “duro, sobre todo al principio. No sabes como van a salir y aunque te lo puedes imaginar, hasta que empieza a rodar la pelota no lo ves. Además, tuvieron la suerte de marcar muy pronto y eso aún condiciona más. En todo caso, creo que mantuvimos el tipo, fuimos de menos a más y acabamos mejor que ellos, que terminaron en su área”.
Volviendo al partido, el meta verde, que cuajó una gran noche, sí que tiene claro que, “fue el partido en el que tuve más trabajo de los últimos años. Fue bastante intenso, en el que nos apretaron mucho porque del medio para adelante tienen un gran equipo y creo que van a hacer play off seguro”. Y sigue: “Tuvieron cuatro o cinco muy claras que por suerte estuve acertado, pero tampoco quiero darle más importancia. Esto es fútbol y unas veces toca así y otras no”.
Mención especial tuvieron dos intervenciones en la segunda parte. Una con la mano y otra con el pie, que evitaron el gol del Nástic. Diego las recuerda perfectamente. “La primera vi perfectamente el centro y no contaba que llegara, pero lo hizo y con un gran remate. Reaccione bien y rápido y por suerte llegué con la mano para mandarla a córner. En la segunda me coge a contrapié y logré sacarla con el pie más al estilo del fútbol sala que del fútbol 11”.
Y termina dejando claro que “el objetivo claro es lograr la salvación, pero yo voy un poco más allá y es que todos, afición, directiva y equipo tenemos que disfrutar cada partido y tenemos que entender que muchas veces sufriendo también se puede disfrutar. Además, ya vimos los resultados de la primera jornada que fueron todos muy ajustados y quedó claro que los partidos en casa van a ser decisivos, por eso Espiñedo tiene que ser nuestro fortín”.
