MOTOR/CLIO RAID

"Una experiencia increíble"

ace7edde96207843cdc8a46de1f56298_result
photo_camera Luis Aragonés, Chus Puras y David Ferrer, juntos en la llegada de la Clío Raid en Marrakech.

Emocionados, Aragonés y Ferrer se despidieron de la Clío Raid en la entrega de premios, tras finalizar la prueba el viernes con una etapa de 400 kilómetros

Ver, por ejemplo, cómo una madre, con su hijo en brazos, nos pedía unas botellas de agua vacías, y de qué forma las recibía, abrazándolas como si fuera un tesoro...". Ayer fue la entrega de premios de la Clío Raid, pero también, y más trascendental, fue una jornada de reflexión y de empezar a digerir todo lo que Luis Aragonés y David Ferrer han podido vivir esta semana en tierras marroquíes.

Un recorrido de seis etapas, que desembocó el viernes en Marrakech, tras una jornada final de casi 400 kilómetros. "Un día muy largo, con un trazado sinuoso a través de la Cordillera del Atlas", relata Ferrer, que se declara entusiasmado por el paisaje: "Nunca había visto montañas como estas. Empezábamos al pie de la planicie, para ascender a través de carreteras sinuosas, en las que no se podía adelantar, hasta la cumbre. Después, bajar y volver a empezar. Así con cinco puertos".

Al acabar la montaña, rumbo a Marrakech, a la que consiguieron llegar dentro del horario del control "sólo lo conseguimos cuatro equipos, el resto finalizarían después, muchos de ellos la verdad muy tocados. En total acabamos una treintena de equipos", destaca Aragonés desde un hotel de la ciudad del noroeste de Marruecos que pudieron conocer un poco ayer, antes de la ceremonia de clausura: "Tuvimos jornada de turismo, pasear por la ciudad, hacer alguna compra. Nos impresionó mucho el zoco, con más de 7.000 tiendas... espectacular".

Experiencia humana.

En el balance, y antes de tomar rumbo hoy mismo para Ourense -les separan más de 600 kilómetros de Tánger, a donde esperan llegar esta tarde para después hacer noche ya en España y llegar a casa con sus familias y amigos mañana- el piloto se confiesa, con lágrimas en los ojos, muy emocionado por lo vivido a lo lo largo de esta semana: "Ha sido increíble, te sientes útil, ver la gigantesca sonrisa de un niño por darle una piruleta...", explica David Ferrer, que adelanta que, antes de dejar Marruecos, ya piensa en volver. "Me gustaría mucho volver a título personal, recorrer estas carreteras de nuevo con un grupo de coches, poner nuestro granito de arena con esta gente", adelanta el piloto ourensano, que se despide definiendo esta "experiencia humana" como una de esas vivencias "que te cambia la forma de ver la vida".

Te puede interesar