A pesar de las bajas por lesión el Prolsport se mueve por la zona media de la Segunda B
Una de las grandes alegrías para el deporte provincial en el 2015 que está a punto de cerrarse lo protagonizó el Prolsport. El conjunto ourensano desarrolló una brillante campaña en la Liga Autonómica de fútbol sala que terminó con el título y el ascenso a la Tercera Nacional. Las reestructuraciones en las distintas categorías le abrieron a los ourensanos las puertas de la Segunda B y no lo dudaron. De esta manera, el fútbol sala sénior masculino regresaba a la ciudad después de muchos años.
"Ascender dos categorías de golpe era un reto muy grande pero la oportunidad no la podíamos rechazar. Sabemos que esta es la temporada más difícil del proyecto por ello lo importante es conservar la categoría como sea, cerrar el curso económico, que tampoco es sencillo, y después una vez asentados en la categoría ya daremos un paso más que nos permita continuar creciendo", afirma Víctor Sousa, entrenador del Prolsport.
El técnico hace balance a un 2015 más que positivo: "Poco más le podemos pedir a este 2015. El balance es muy positivo con el ascenso en la primera parte del año y en la segunda mitad, ya en Segunda B, en casa seguimos mostrando nuestra mejor cara, siendo el tercer mejor equipo de la categoría, aunque nos falta superar la asignatura pendiente a domicilio, donde no conseguimos ni un solo punto en siete partidos", añade Sousa.
Undécimo hasta el momento, a falta de un partido para finalizar la primera vuelta, y aún con el lastre de no saber lo que es puntuar a domicilio, el papel del Prolsport en su debut en Segunda B está siendo positivo máxime teniendo en cuenta que Gil, uno de sus fichajes estrella, todavía no debutó al sufrir una grave lesión. "Gil todavía no jugó, Raúl Rivero apenas participó y Guerra fuera de casa solo jugó un partido. El balance por ahora es positivo", afirma Víctor Sousa.
