El base del Aguas de Sousas y el del Óbila Baloncesto se enfrentarán el sábado en Ávila por primera vez en un partido oficial

Hermanos y rivales

Jorge Fernández, en el partido ante el Gandia, y Pablo, ante el Plasencia (Foto: JOSÉ PAZ/JAVIER VENTOSA)
La grada del Multiusos Carlos Sastre asistirá el próximo sábado a un partido muy importante en la pelea por las primeras plazas para el COB y para el Óbila pero además muy especial para la familia Fernández Hengge. Jorge (Granada, 22 de marzo de 1.989) y Pablo (Granada, 25 de marzo de 1.993) se repartirán los aplausos de sus padres por primera vez en sus todavía cortas carreras profesionales. 'Irán con los dos', dice el pequeño. 'Mi madre lo pasará fatal. Mi hermano ha tenido algunas lesiones muy graves y siempre me dice lo mismo 'no vayas a lesionar a su hermano'. Es normal', añade el mayor.
El base del COB marcó a un hermano al que siempre vio como algo más. 'Lo iba a ver jugar desde muy pequeño. Lo veía jugar en la selección y luego debutar en ACB... Siempre fue mi ídolo y el que me educó dentro del baloncesto', explica Pablo. Un mérito al que su hermano le quita importancia: 'No tuve que decirle muchas cosas. Lo que más recuerdo es tener que hablar con él a veces después de los partidos porque se venía abajo'.

Físicamente se parecen poco. 'Soy más alto y él es más fuerte', describe el base del Óbila. Pero en el juego las similitudes son palpables empezando por la vertiginosa velocidad que ambos le imprimen al juego. 'A los dos nos gusta mucho jugar a campo abierto', añade.

Jorge también tiene memorizado el juego de su hermano pequeño pero se lo guarda para el scouting de su equipo: 'Supongo que me preguntará el entrenador y se lo contaré pero además hablaré con Fran -Cárdenas- para cuando tenga que defenderlo'.

Su padre fue el encargado de enseñarles las primeras nociones en el baloncesto y el primer entrenador del jugador del COB. De él heredaron el número 14 que Jorge descartó posteriormente porque 'no me salieron muy bien las cosas en las primeras temporadas y opté por el '5' con el que no me ha ido mal' pero que mantiene el encargado de prolongar la saga.

Son curiosidades de dos hermanos que se muerden la lengua cuando se les pregunta por los 'secretos' confesables de ambos pero que desvelan algún detalle interesante. 'No nos parecemos mucho. Mi hermanos es más extrovertido que yo y en casa es un desastre. Siempre va dejando las luces encendidas y las zapatillas tiradas por el salón. Mi madre está siempre detrás de él', dice Jorge. De él su hermano pequeño se queda con que 'cuando pone la radio es incapaz de dejar el volumen en un número impar. Es raro pero siempre la tiene que poner en par'.

El sábado se enfrentarán por primera vez y, aunque en la pachangas 'siempre me dejaba ganar por ser el pequeño', en la cancha 'se le acabó la historia. Que no espere que le deje pasar ni una vez', termina Jorge.

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