El primer dato destacable en el mundo del fútbol provincial es el déficit de árbitros que existe hoy, y que ha existido siempre. Por eso, siempre son bienvenidos en la Delegación de árbitros de Ourense la llegada de colegiados y además tan precoces y con la ilusión de Manuel Casanova Cudeiro que esta temporada afrontó este nuevo reto.
'Me gusta el fútbol y conocí a una árbitra que me metió en este mundo que además me interesaba. Esta decisión fue algo que ya lo hablé el año pasado con mis padres y se lo tomaron bien, sin problemas. Además, cada vez me gusta más y me siento más cómodo y seguro'.
El propio Cudeiro que hace unos días celebró sus primeros 13 años tuvo su bautismo de fuego en un Ourense-Calasancio de benjamines y hace una semana tenía que impartir justicia a chavales de su misma edad en un Ponte-Allariz de infantiles argumentando que es 'algo que es más complicado'.
Para Cudeiro, tal es el nombre utilizado por el delegado Jorge Gómez Barril a la hora de designar los partidos que arbitrá y que el propio interesado consulta cuando acude a la Delegación ourensana los días viernes, como también acudiendo a las clases de reglamento que se imparten los lunes. Desconocía el buen ambiente que hay en el colegio y me han ayudado los compañeros en los comienzos, como en mi primer partido en la forma de redactar un acta y otros facilitándome ropa para arbitrar'.
A pesar de su corta edad, sabe ya muy bien que en esta profesión surgen inconvenientes. 'Siempre hay problemas. Lo peor para un árbitro es tomar las decisiones muy rápidamente y la gente que esta fuera observando el partido'.
Otra de las razones del interés que pone cada jornada Cudeiro es que su aspiración es llegar lo más arriba posible y un espejo en quién reflejarse es Bernardino González Vázquez, el segundo árbitro ourensano en llegar a la élite y el primero en recibir la escarapela como internancional. 'En lo poco que pude hablar con él demuestra ser muy dialogante y comprensivo y cuando tengo ocasión de ver los partidos por la televisión, me fijo bastante como lo hace él y otros árbitros, y la actitud de los jugadores.
Antes de sumergirse en el estamento arbitral, Manuel Casanova Cudeiro empezó a jugar en la base del Pabellón y actualmente forma parte de uno de sus equipos infantiles. Más allá de que sus compañeros y rivales ya conocen su nueva faceta, directamente vinculada al fútbol, sabe separar ambas cuestiones, siendo a la hora de jugar uno de los defensores del árbitro, sea ual fuera la decisión que deba tomar. 'De momento lo doy compaginado el jugar y arbitrar y mientras pueda hacerlo seguiré en ambas'.
En el ambiente del fútbol base ourensano está causando una grata impresión el comportamiento de este prometedor colegiado, porque más alla de sus flamantes 13 años, su comportamiento dentro de un partido destaca por su seriedad y rectitud a la hora de aplicar el reglamento. Aedmás su cábala al entrar a un campo pasa 'siempre dando los primeros pasos con la pierna derecha y no pisar con la izquierda'.
Sobre la idea de que exista un árbitro más que colabora con el principial y sus asistentes, es algo que Manuel Cudeiro lo ve muy bien. 'Todo lo que sea ayudar en su labor, que es muy difícil es bienvenido'.
A pesar de las dificultades, ellos se crecen y continuan, porque comprenden que tiene que haber luchadores que saquen a flote el fútbol, pero siempre con la ayuda de todos los que forman parte de este sacrificado fútbol provincial.
El propio Cudeiro que hace unos días celebró sus primeros 13 años tuvo su bautismo de fuego en un Ourense-Calasancio de benjamines y hace una semana tenía que impartir justicia a chavales de su misma edad en un Ponte-Allariz de infantiles argumentando que es 'algo que es más complicado'.
Para Cudeiro, tal es el nombre utilizado por el delegado Jorge Gómez Barril a la hora de designar los partidos que arbitrá y que el propio interesado consulta cuando acude a la Delegación ourensana los días viernes, como también acudiendo a las clases de reglamento que se imparten los lunes. Desconocía el buen ambiente que hay en el colegio y me han ayudado los compañeros en los comienzos, como en mi primer partido en la forma de redactar un acta y otros facilitándome ropa para arbitrar'.
A pesar de su corta edad, sabe ya muy bien que en esta profesión surgen inconvenientes. 'Siempre hay problemas. Lo peor para un árbitro es tomar las decisiones muy rápidamente y la gente que esta fuera observando el partido'.
Otra de las razones del interés que pone cada jornada Cudeiro es que su aspiración es llegar lo más arriba posible y un espejo en quién reflejarse es Bernardino González Vázquez, el segundo árbitro ourensano en llegar a la élite y el primero en recibir la escarapela como internancional. 'En lo poco que pude hablar con él demuestra ser muy dialogante y comprensivo y cuando tengo ocasión de ver los partidos por la televisión, me fijo bastante como lo hace él y otros árbitros, y la actitud de los jugadores.
Antes de sumergirse en el estamento arbitral, Manuel Casanova Cudeiro empezó a jugar en la base del Pabellón y actualmente forma parte de uno de sus equipos infantiles. Más allá de que sus compañeros y rivales ya conocen su nueva faceta, directamente vinculada al fútbol, sabe separar ambas cuestiones, siendo a la hora de jugar uno de los defensores del árbitro, sea ual fuera la decisión que deba tomar. 'De momento lo doy compaginado el jugar y arbitrar y mientras pueda hacerlo seguiré en ambas'.
En el ambiente del fútbol base ourensano está causando una grata impresión el comportamiento de este prometedor colegiado, porque más alla de sus flamantes 13 años, su comportamiento dentro de un partido destaca por su seriedad y rectitud a la hora de aplicar el reglamento. Aedmás su cábala al entrar a un campo pasa 'siempre dando los primeros pasos con la pierna derecha y no pisar con la izquierda'.
Sobre la idea de que exista un árbitro más que colabora con el principial y sus asistentes, es algo que Manuel Cudeiro lo ve muy bien. 'Todo lo que sea ayudar en su labor, que es muy difícil es bienvenido'.
A pesar de las dificultades, ellos se crecen y continuan, porque comprenden que tiene que haber luchadores que saquen a flote el fútbol, pero siempre con la ayuda de todos los que forman parte de este sacrificado fútbol provincial.
