La Segunda división B afronta las tres últimas jornadas de una temporada que para los equipos gallegos está viviendo más sombras que luces, caracterizándose por ser la campaña de los polos opuestos. La cara, la del Lugo, que afronta la fase decisiva del campeonato como líder del grupo. La cruz, la de otro histórico, el Pontevedra, que está a un paso de certificar su descenso a Tercera. Entre medio, un Celta B sin opciones a situarse entre los cuatro primeros, un Coruxo y un Deportivo B que tienen a tiro la permanencia, y un Montañeros que ocupa la plaza de promoción de descenso.
El Lugo (primero con 69 puntos) que tan brillantemente capitanea el ourensano Manu está a un solo punto de confirmar su presencia en la fase de ascenso a Segunda A 19 temporadas después. La competitividad del conjunto entrenado por Quique Setién en la segunda vuelta era una incógnita debido a la escasa amplitud de plantilla (tiene tres fichas libres), aunque está aguantando. Es cierto que en el último mes ha bajado su rendimiento, con una sola victoria en las cinco últimas jornadas, pero está a un punto de asegurarse de forma matemática la presencia en la promoción de ascenso, y no sólo eso, ya que está a una victoria de asegurarse el título, lo que le permitiría jugarse el ascenso en una eliminatoria directa con otro campeón de grupo.
El Celta B (séptimo con 52 puntos) de Milo Abelleira, que fue líder del grupo durante buena parte de la primera vuelta, tiró por la borda sus opciones de play off en una nefasta segunda vuelta en la que sólo ha sumado 17 puntos en 16 jornadas. La derrota del domingo ante el Guadalajara (0-4) le dejó sin opciones de clasificación.
Los dos gallegos que lograron el ascenso desde Tercera la pasada campaña están siguiendo caminos casi paralelos. El Coruxo (undécimo con 45 puntos) afronta su presencia histórica en la categoría de bronce del fútbol nacional con el único objetivo de lograr la permanencia, está a tres puntos de los teóricos 48 que servirían para librarse del peligro. La lesión de Zurbano, su máximo goleador, ha sido un inconveniente pero acaba de fichar al joven serbio Cakovic, procedente de la Tercera canaria. El objetivo del Dépor B (decimotercero con 44) también es la salvación y su suerte en la categoría dependerá mucho de lo que haga este domingo ante un Alcalá que no se juega nada, pues después deberá lidiar con Leganés y Guadalajara, que se están jugando la promoción de ascenso.
El Montañeros (decimosexto con 42 puntos) ocupa plaza de promoción de descenso. El equipo coruñés tiró la casa por la ventana para confeccionar un equipo que soñaba con la fase de ascenso. Pase lo que pase, la temporada será deficiente, aunque si termina descendiendo será un fracaso total.
El Pontevedra (antepenúltimo con 39) está al borde del abismo. El equipo que desde hace un mes entrena Manolo Tomé necesita en el peor de los casos siete puntos, pero debe jugar ante el cuarto (Leganés), el segundo (Guadalajara) y el líder (Lugo). La empresa se antoja imposible en un club que tiene 2,5 millones de deuda reconocida.
El Celta B (séptimo con 52 puntos) de Milo Abelleira, que fue líder del grupo durante buena parte de la primera vuelta, tiró por la borda sus opciones de play off en una nefasta segunda vuelta en la que sólo ha sumado 17 puntos en 16 jornadas. La derrota del domingo ante el Guadalajara (0-4) le dejó sin opciones de clasificación.
Los dos gallegos que lograron el ascenso desde Tercera la pasada campaña están siguiendo caminos casi paralelos. El Coruxo (undécimo con 45 puntos) afronta su presencia histórica en la categoría de bronce del fútbol nacional con el único objetivo de lograr la permanencia, está a tres puntos de los teóricos 48 que servirían para librarse del peligro. La lesión de Zurbano, su máximo goleador, ha sido un inconveniente pero acaba de fichar al joven serbio Cakovic, procedente de la Tercera canaria. El objetivo del Dépor B (decimotercero con 44) también es la salvación y su suerte en la categoría dependerá mucho de lo que haga este domingo ante un Alcalá que no se juega nada, pues después deberá lidiar con Leganés y Guadalajara, que se están jugando la promoción de ascenso.
El Montañeros (decimosexto con 42 puntos) ocupa plaza de promoción de descenso. El equipo coruñés tiró la casa por la ventana para confeccionar un equipo que soñaba con la fase de ascenso. Pase lo que pase, la temporada será deficiente, aunque si termina descendiendo será un fracaso total.
El Pontevedra (antepenúltimo con 39) está al borde del abismo. El equipo que desde hace un mes entrena Manolo Tomé necesita en el peor de los casos siete puntos, pero debe jugar ante el cuarto (Leganés), el segundo (Guadalajara) y el líder (Lugo). La empresa se antoja imposible en un club que tiene 2,5 millones de deuda reconocida.
