Un tanto de Túnez permitió al CD Ourense imponerse en Santa Isabel al Compostela y lograr la gesta de ganar los 30 partidos de liga en la 67/68
Un error del rival, una internada veloz, la opción del pase en su mano, pero Túnez decide continuar y lanzar un zapatazo que se cuela cerca de la escuadra de la portería defendida por José Luis. Corría el minuto 43 de partido. El Club Deportivo Ourense conseguía adelantarse en el marcador y acercarse a la cifra mágica de 30 victorias en los 30 partidos de liga de Tercera División.
"A parte de que fue el tanto que nos dio el triunfo, es que fue un golazo. Estaba muy lejos, creo que Pataco se me estaba metiendo en fuera de juego y opté por tirar. Entró por toda la escuadra", recuerda Túnez, al que todavía se le nota la emoción. Desde la localidad murciana de Cieza, donde reside, no olvida ni el día ni la jugada. "Está grabada por Televisión Española y narrada por Matías Prats que, equivocadamente, dice que marca Pataco. Pero soy yo", insiste.
Túnez era uno de los componentes de una plantilla unida. Un ejemplo. "Una vez me vine a Cieza a vivir, abrí una tienda de deportes. En lugar de Intersport Bouso le puse el nombre de Túnez Sport, en homenaje al míster". Todavía sigue abierta y regentada por sus hijos. Con Ourense presente. "Siempre me trataron muy bien y mi mujer, ya fallecida, adoraba la ciudad".
Del campo a la grada
Antes y después de ese gol, tensión, emoción, ocasiones... pero no más goles. Fue suficiente. Los ourensanos controlaron las acometidas que intentaba el Compostela con suficiencia. No pasaron grandes apuros en la segunda mitad, más allá de los que siempre acompañan a la incertidumbre de un 0-1.
En las gradas, más sufrimiento que en el césped. Para el recuerdo, aquella pancarta que rezaba "si nos bate el Santiaguiño, quedamos tan amiguiños". "O campo estaba cheo, saíu un tren dende Ourense e varios autocares. O partido foi moi disputado e físico, o campo estaba moi embarrado e tamén hai que ter en conta que o Compostela era segundo. O gol foi de Túnez, que era exterior izquierdo. Soltou un zapatazo casi pola escadra, aínda que él tiraba a centrar, o que trouxo unha euforia terrible entre os aficionados do Ourense", recuerda Ricardo Seguín, posteriormente periodista de La Región durante muchos años y en ese momento fiel aficionado presente en Santiago.
Si Túnez tiró o centró ya poco importa.
Toda buena historia tienen que tener incógnitas. Lo importante fue el resultado y la alegría inmensa para una ciudad que se volcó. Muchos hicieron auténticas "cabriolas" para disfrutar en vivo y en directo del momento. " Eu estudiaba no convento dos Franciscanos, que estaba enfronte do campo de Santa Isabel. Había unha finca colindante onde íbamos a pasear e eu ese día non paraba de escoitar como publicitaban por megafonía o partido, entonces quitei o hábito, o deixei debaixo dunha pranta e saltei a muralla para chegar ó campo. Pero non tiña diñeiro. O que pasa é que eu daba catequesis, e había un pai dun rapaz que sempre me dicía que se quería ir ó fútbol que fora a Porta 2. Eso fixen e puiden ver o partido", recuerda Seguín al fútbol más clásico.
50 años después, protagonistas y testigos lo recuerdan. Por algo será. Un récord histórico de un equipo de leyenda.
