El club cesó al técnico Rubén Domínguez y a su ayudante César Iglesias y apuesta por el regreso del cordobés Rafa Sanz para pelear por el ascenso

Relevo en el banquillo del COB

Rubén Domínguez y César Iglesias, ante el Aurteneche, su último partido en el COB.  (Foto: JOSÉ PAZ)
Cambio de rumbo. A las seis de la tarde terminaba la segunda sesión de entrenamiento de la jornada para el Aguas de Sousas. A esa hora el Consejo de Administración ya había tomado una decisión que se le comunicó minutos más tarde a los afectados.
El día anterior el club había decidido acelerar un decisión que sopesaba desde hacía semanas. Los resultados no eran buenos y las sensaciones, peores. Primero se concretó el fichaje de Kyle Hill y ahora se opta por cambiar al entrenador. Todo pensando en llegar en la mejor forma posible al play off de ascenso. Quizá por eso lo extraño de la fecha escogida aunque las circunstancias personales de algunos miembros del Consejo también tuvieron algo que ver. La reunión se retrasó hasta el miércoles y la decisión llega a tres días del próximo partido.

Tampoco se antoja algo excesivamente importante para un COB que querrá ganar al Las Rozas pero que tiene muy claro que su objetivo no es a corto plazo.

Por la mañana se cerraba el fichaje de Rafa Sanz. El club apuesta por un entrenador que confirmó la temporada pasada su buen cartel y que convenció por su actitud. Sanz llegó en un momento desesperado e hizo soñar con la permanencia a una afición desencantada. Pese al descenso su rendimiento deportivo fue notable.

Sus lunares llegaron con las grabadoras y las cámaras delante. Intentó reconducir un vestuario viciado y derruido y la impotencia lo llevó a cargar con contundencia y exceso de vehemencia contra algunos jugadores. Disparó sin dudarlo contra quienes no rendían como esperaba. Hizo tabla rasa con algunos sin tener en cuenta su antagónica aportación al club en temporadas anteriores. Frases demoledoras que hicieron pasar a un segundo plano la cancha de juego.


VOLVER A EMPEZAR

Sanz aceptó la oferta y el COB empieza una nueva etapa. Con el técnico cordobés a unos 400 kilómetros de Ourense, Jorge Bermello, el consejero Roberto Añel y el director deportivo Miguel Ángel Hoyo eran los encargados de transmitirle a Rubén Domínguez y César Iglesias la decisión. Desilusión y decepción pero ni una voz más alta que otra. Se marchan dejando una imagen intachable como personas y como profesionales pero con los resultados como jueces innegociables de su rendimiento.

El COB vuelve a empezar y lo hace con un entrenador que conocen bien. Un técnico de garantías para un proyecto que no se resigna.

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