Fernando Iglesias y a Marcos Mugüerza participaron en el Panda Raid, un proyecto solidario que busca colaborar en el desarrollo escolar del sur de Marruecos.
Además de participar en una prueba automovilística que pone a prueba a los coches participantes (Seat Panda y Marbella) y la habilidad de sus pilotos y copilotos, han llevado ilusión y alegría en forma de material escolar y ropa a una escuela de Marruecos. Fernando Iglesias y Marcos Mugüerza acaban de llegar de su primera participación en el Panda Raid, una prueba que arranca en Madrid y lleva a los equipos hasta Algeciras para cruzar el mar a Tánger Med donde comienza verdaderamente la aventura. Los equipos tendrán que cubrir un itinerario en siete días, dividido en otras tantas etapas sobre diferentes paisajes y terrenos que pondrán a prueba la resistencia de los pequeños coches, Seat Panda y Marbella, y de los propios participantes.
Se trata de un proyecto solidario cuyo objetivo es colaborar en el desarrollo escolar del sur de Marruecos y conseguir que se escolarice al mayor número de niños posible. Para ello, los parti- cipantes donan 20 kilos de material escolar por equipo, siendo ellos los encargados de conseguir el material, transportarlo en sus vehículos y donarlo.
¿Cómo surgió la idea de participar en este proyecto?
Marcos: Tomando algo, una tarde, de casualidad.... A los dos nos gusta el mundo del automovilismo y si a eso le sumamos que con el Panda Raid podíamos también hacer una labor solidaria, no tuvimos más dudas. Buscamos y compramos coche, un Seat Marbella y comenzamos a preparar todo.
¿Qué fue lo primero que pensaron vuestros allegados cuando comentasteis que ibais a participar en el Pan- da Raid?
Fernando: Que estábamos locos, que era ir al desierto a un país complicado, en un entorno difícil... Pero tras ese primer momento nos apoyaron mucho y su consejo fue que disfrutásemos de la experiencia.
¿Cuál es vuestra aportación solidaria?
Marcos: Nosotros logramos reunir unos 38 kilos gracias a donaciones de particulares y empresas. Estamos muy agradecidos por ello ya que muchos niños han podido disfrutar de cosas que para nosotros parecen básicas, pero para ellos son como el mejor regalo del mundo.
Fernando: Además, es algo de lo que los participantes hacemos entrega personalmente, sin inter- mediarios, al tercer día, cuando ya vas algo cansado y estás en la mitad de la Raid, lo que supone como una recarga de energía para afrontar el resto de la prueba.
¿Cuál fue el momento más duro?
Las tormentas y los ríos de arena son lo más complicado, tal cual como en las películas.
¿Qué fue lo que más os sorprendió?
Fernando: Lo feliz que es la gente con lo poco que pueden tener, igual porque no conocen otras cosas y tienen creadas las necesidades que nosotros tenemos. También la gente de Marruecos, que para nada es como se piensa. Son muy amables y atentos, te ayudan en todo y sin pedir nada a cambio.
¿Con qué os quedáis del Panda Raid?
Marcos: Con el compañerismo que existe entre todos los participantes. Realmente es una prueba dura y sí, quieres ganar, pero a veces vale la pena perder tiempo y ganar amigos. Otro momento, sin duda, es la entrega de los regalos. Fue de lo más emotivo. Es otra cultura y te das cuenta de la pobreza que existe en otros lugares y que para ellos, un simple bolígrafo, es el mejor regalo del mundo.
