La trayectoria del Arenteiro en la temporada del ascenso a Primera Federación

El CD Arenteiro oficializó el ascenso después de una tarde histórica en O Couto que puso el colofón a una campaña que queda para el recuerdo

No fue a la primera, pero casi mejor. El destino tenía preparada una fiesta mayor para el Arenteiro. Una temporada histórica se merecía un ascenso en el campo. Y así fue. No en el suyo, pero curiosamente sí en el que iniciaron la competición por las mejoras en Espiñedo. O Couto coronó a un equipo que ya tenía la corona puesta desde hace semanas. Lo hizo en un derbi ourensano con las gradas a rebosar.

Fue el colofón a un año de muchas victorias y casi ninguna derrota. Primeros con todas las de la ley, con semanas por delante para seguir con la sonrisa de oreja a oreja. Una misión que empezó cuando muchos estaban aún con el bañador y las chanclas y que hace cumbre un 16 abril que quedará grabado ya en la villa do Orcellón para los restos.

Nada pudo con el Arenteiro. Ni siquiera un cambio de entrenador sobre la marcha cuando todo iba sobre ruedas. Tampoco la acumulación de partidos provocada por la Copa Federación primero y la Copa del Rey después. El maratón de encuentros, lejos de desgastar a las tropas, les dio nuevos bríos. Ni las piernas ni la cabeza pagaron el peaje.

De esa forma las victorias ligueras fueron cayendo y la brecha con sus rivales aumentando. Inexorablemente. Nadie le hizo sombra. No fueron capaces de mirar a los ojos al rodillo verde. Mientras otros abrían la caja fuerte para reforzarse en enero, el Espiñedo se hacían retoques. No se necesitaba más. La etiqueta de (casi) imbatibles ya se la habían ganado a pulso. Incluso tomándose con humor eso del “1-0 y hasta luego”.

Se puede hablar de nombres propios. De un Fran Justo que salió al fútbol profesional tras dirigir este proyecto. De un Javi Rey que aceptó un reto para valientes y que hasta mejoró la fórmula que ya era muy buena. De los goles de Escobar, las paradas de Diego García, la calidad de Pibe o la brújula que pone el capitán Álex Fernández. Pero, por encima de todo, un equipo que creyó siempre y no desfalleció nunca. 

Y, si alguna vez asomó un atisbo de duda, allí estaba su afición. O Carballiño, en su conjunto, respondió como siempre y como nunca a la vez. En casa y fuera, incluido el partido del ascenso. Ilusión desbordada y un futuro prometedor el que puede salir de esa comunión. La unión hace la fuerza en su máxima expresión. 

La liga fue lo primero. El ascenso se convirtió en el objetivo, pero la temporada dejó más fiestas. La de la Copa Federación. Ronda a ronda, el Arenteiro acabó quedándose el trofeo. Casi nada. Una trayectoria que le valió el pase a la Copa del Rey por segundo año seguido. Y a Carballiño que viajó el Almería, todo un Primera División. Y, en Carballiño, hincó la rodilla. Algo que casi le pasa al Atlético del Cholo. Sudó tinta para clasificarse. Otro de esos partidos para recordar. El pre, el durante y el post. Hay algunas veces que los “casi” cuentan tanto como el haberlo conseguido y esa fue una de ellas.

Complementos directos a un éxito irrefutable que no admite ninguna objeción. El Arenteiro es de Primera Federación. La fiesta acaba de empezar y amenaza con prolongarse durante mucho tiempo. Los libros dejarán constancia de un ascenso insuperable. Por el fondo y por la forma. Ahora, a preparar un proyecto que ya tiene las bases asentadas para seguir aprovechando esta ola de pasión y motivación. Los resultados positivos ayudan, pero después hay que conseguir que el motor continúe en marcha. Llegar es difícil, pero mantenerse es subir todavía más la apuesta. Mientras, que corra el champán y suenen esas gargantas. Carballiño se viste de gala para reconocer a los suyos. 

La temporada completa

No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy. Este refrán podría resumir la temporada del Arenteiro. El conjunto ourensano aprovechó su superioridad con respecto al resto de conjuntos de la categoría, y no perdió el tiempo en ningún momento de la campaña, con un largo liderato.

Ya en octubre, el Arenteiro mostraba mimbres de campeón de liga, estableciéndose con autoridad en el primer puesto de la tabla de clasificación. Y, ¿qué ocurrió desde entonces hasta el anhelado ascenso? Este artículo te lo resume, en orden cronológico.

Campeón de Copa Federación

Puede que no sea el título más importante del fútbol español, pero lo cierto es que el Arenteiro logró en noviembre erigirse como Campeón de Copa Federación, siendo recibido con honores en la villa del Arenteiro, y este fue uno de los momentos clave de la temporada, de cara a creer que todo es posible. 

El matagigantes

Además, también en noviembre se logró la gesta, que casi parece corriente para el Arenteiro, de eliminar al Almería, equipo de Primera División. Haciéndolo además de forma clara, sin concederle ninguna oportunidad al conjunto rival.

Y luego llegaría la euforia del sorteo, que emparejó al humilde equipo de una villa con uno de los mejores equipos de Europa y, por tanto, del mundo entero. 

La sola posibilidad de este encuentro contra los del Cholo Simeone, que cobra en 20 días el presupuesto de todo el Arenteiro, ya fue una victoria inmensa para los de Fran Justo. 

Cambio de entrenador

Es en este momento cuando ocurre uno de los momentos más inesperados de la temporada. Justo dejaba el equipo para dirigir al CD Lugo y, tras la sorpresa inicial, se anunció la llegada de Javier Rey, que sería el encargado de afrontar las dos grandes batallas de la temporada: el ascenso y el partido contra el Atlético de Madrid.

Pero no todo es posible en la vida a pesar del esfuerzo, y los de Javier Rey sucumbieron ante el Atlético de Madrid. Por fortuna, y por pundonor de los jugadores, esta eliminación solo llegó tras un partido vibrante de principio a fin y reñido en muchos momentos, porque eso es el fútbol, un juego de momentos que se podría haber decantado por los ourensanos. En cualquier caso, esta fue una nueva victoria moral para un equipo que peleó de tú a tú contra estrellas mundiales.

Ya el 15 de enero, el Arenteiro continuaba su marcha imperial y se erigía como campeón de invierno, gracias a una regularidad que apenas encuentra parangón en el fútbol moderno. Y aún llegaron nuevas victorias: ante el Coruxo, ante el Bergantiños.Y se comienza a hablar cada vez más de esa Primera Federación que se acerca. Eso sí: el míster, Javier Rey, no quería oír hablar (aún) de tal cosa.

A punto de caramelo

El 5 de marzo, los verdes dieron el enésimo golpe a la liga ganando al filial del Valladolid. El 12 de marzo, el Arenteiro ganaba al Laredo en Espiñedo por un gol a cero, y se ponía a 12 puntos del segundo. Esta sobriedad, venciendo muchas jornadas de forma escueta, fue una de las claves de la temporada; sin seguir el ejemplo de otros equipos que ganan por goleada un partido y pierden el siguiente. El Arenteiro siempre midió. 

A falta de seis jornadas para finalizar la competición, los verdes tienen 15 puntos de ventaja sobre Guijuelo y Avilés, segundo y tercer clasificado, cuando quedan 18 en juego; por lo que la pregunta es solo ya el cuándo.

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