El Arenteiro soñó despierto y casi cumple su sueño. Plantó cara a todo un Atlético de Madrid, que llegó con todo lo que tenía para afrontar la segunda ronda de la Copa del Rey y tuvo que remangarse de lo lindo para pasar la eliminatoria. Lo hizo, pero después de costarle muchísimo más de lo esperado.
El partido comenzó con un Arenteiro valiente y decidido. El miedo al rival se quedó en el vestuario. Tal era la intensidad de los verdes que el técnico Cholo Simeone, al que no le había visto la cara desde que llegó al campo, tuvo que salir del banquillo para arengar a los suyos. El encuentro estaba vivo, con ritmo, pero sin llegadas claras. Un disparo de Lemar fuera y otro de Pibe para los locales que sacó la defensa, que también tuvo un libre directo que pegó en la barrera, fue lo más destacado. A los 21 minutos Javi Rey, técnico del Arenteiro fue expulsado por recriminar a Koke que no titara una pelota fuera cuando estaba Escobar en el suelo. Él trencilla González Fuertes fue tan riguroso que hasta Simeone le reprochó que no era para tanto.
Los colchoneros se fueron un poco más arriba y Morata probaron con un remate de cabeza que paró Diego y una vaselina que se le fue fuera, metiendo el miedo en el cuerpo a los locales, pero a este Arenteiro no lo asusta nadie. En el 42 Espiñedo se vino abajo. Balón largo que controla en el área, el “mago” Marquitos la amortigua con el pecho y con un sutil toque con la derecha la manda lejos del alcance de Oblak para hacer el 1-0. Pero dos minutos más tarde, el colegiado, tras un barullo en el área verde, pitó penalti sobre Giménez. Lanzó Carrasco y a pesar de adivinar Diego García llegó. 1-1.
La segunda parte comenzó con más presencia atlética, pero solo eso. Hasta que en el 58 nueva jugada polémica. Carrasco se interna en el área entre Germán Novoa y Vitra y tras el contacto con el vigués, el colegiado asturiano, que tuvo un exceso de protagonismo, señaló el segundo penalti para los madrileños. Morata fue el encargado de lanzarlo y Diego García de detenerlo y ver como los más de tres mil aficionados coreaban su nombre. Pasaban los minutos y pocas cosas destacables, salvo que un Segunda Federación como el Arenteiro plantaba cara a un Atlético que dejaba mucho que desear en su juego y salvo otro remate de Morata, que volvió a encontrarse con Diego, hizo poco más. Hasta que en el 76, en una jugada del filial atlético Barrios, caracoleó al borde del área y sacó un zurdazo que supuso el 1-2.
Movio el banquillo el Arenteiro, con experiencia para el verde. Adrián Cruz, Romay y Jordan Sánchez y dos minutos más tarde Rafa Mella y David Álvarez, tocaba quemar todas las naves en los quince minutos finales. Lo intentó, cierto que con más corazón que cabeza, con la ilusión de que podía conseguirlo y más cuando el Cholo Simeone metió en el campo a Kondogbia y ordenó defensa de cinco. Entre medias, otra contra atlética para Morata, que una vez más desbarató Diego García. A este Arenteiro, a fe no le gana nadie y sabía que iba a tener la suya. Pero el que la tuvo fueron los colchoneros. Volcados los verdes cogió una contra Morata en el centro del campo, abrió a la izquierda para Carrasco, que se fue en velocidad del meta local y a puerta vacía puso el 1-3 definitivo. No pudo ser para el Arenteiro, que cayó con la cabeza alta y dando una gran imagen. También todos los aficionados que acudieron a Espiñedo y que tuvieron un comportamiento de diez. Una noche que quedará para la historia y que tardará mucho en olvidarse.
