El Real Madrid sigue firme después de darse un festín en Murcia. El Madrid, que funcionó como una máquina bien engrasada, hizo daño con Tomic en el juego interior y Sergio Rodríguez marcando el ritmo, además de ver aro con facilidad, con lo que llegó con un 16-23, al final del primer cuarto.
Los murcianos lograron frenar por momentos la sangría de puntos en contra, pero su falta de acierto en ataque les impidió acercarse demasiado. Un triple anotado por Carroll casi sobre la bocina puso la máxima ventaja en el descanso, 30-41.
El segundo tiempo comenzó con otro triple de Carroll, y el poderío físico de los pívots madridistas en ambas zonas terminó de sentenciar el encuentro en casi un abrir y cerrar de ojos (34-56 a falta de 16 minutos, 42-70 al final del tercer cuarto).
El último cuarto, con todo decidido, dejó claro que el Madrid no se dejó ir y siguió defendiendo con ardor y atacando con intelegencia, lo que hizo que el partido acabase con un concluyente 60-91.
El segundo tiempo comenzó con otro triple de Carroll, y el poderío físico de los pívots madridistas en ambas zonas terminó de sentenciar el encuentro en casi un abrir y cerrar de ojos (34-56 a falta de 16 minutos, 42-70 al final del tercer cuarto).
El último cuarto, con todo decidido, dejó claro que el Madrid no se dejó ir y siguió defendiendo con ardor y atacando con intelegencia, lo que hizo que el partido acabase con un concluyente 60-91.
