Los Lakers fueron eliminados de la peor manera posible, encajando una sonrojante derrota en Dallas, 122-86, 4-0 en las semifinales de la Conferencia Oeste. Fue asimismo la peor despedida posible para Phil Jackson, después de 21 años.
El partido, que ya ha pasado a la historia por ser la mayor humillación sufrida por los Lakers, fue una auténtica exhibición de buen juego defensivo y ofensivo por parte de los Mavericks, que contaron con la extraordinaria aportación de tres de sus reservas, el escolta Terry, el base puertorriqueño Barea y el alero Stojakovic. Los tres se combinaron para conseguir 75 puntos con 16 triples de 20 intentos para dejar en 62,5 por ciento de acierto, la mejor marca de todos los tiempos en las finales de la NBA.
En los angelinos, Bryant se quedó en 17 puntos y Gasol en diez y ocho rebotes.
En los angelinos, Bryant se quedó en 17 puntos y Gasol en diez y ocho rebotes.
