El Celta protagonizó ayer una exigente sesión física y hoy juega ante el Freamunde (21:30)

De paliza en paliza

Jordi levanta unas pesas en el entrenamiento de ayer de Melgaço ante la presencia de Edu Moya. Foto: j.v. landín
El ritmo no aminora en Melgaço. Eusebio quiere que sus hombres acaben el ‘stage’ portugués en plena forma y no hay tiempo para el descanso. Ayer, los miembros de la plantilla celeste protagonizaron una exigente sesión física en la que el balón perdió protagonismo. El nuevo preparador físico, Gerardo Izaguirre, tomó el mando del entrenamiento e hizo sudar a los jugadores celestes, que acabaron, una jornada más, con la lengua fuera.
Los únicos futbolistas que no participaron en estos ejercicios fueron Botelho y Mateo, que siguen arrastrando molestias; Arthuro, que se limitó a hacer carrera, y Borja Oubiña, que un día más trabajo en el gimnasio. Hoy, los celestes tienen por delante otra dura jornada. Por la mañana, se entrenarán a partir de las 10:30 (hora española) y por la noche disputarán el segundo encuentro amistoso de la pretemporada ante el Freamunde en el estadio de Melgaço (21:30, h.e.). Se prevé que éste sea un test mucho más serio del disputado el domingo ante el Joane. En esta ocasión el rival es de mayor entidad, ya que juega en la segunda categoría del fútbol luso, la Liga Vitalis. Será una buena ocasión para observar los progresos que han realizado en estos días los hombres de Eusebio Sacristán.

Sus pies ya no tienen secretos

La plantilla del Celta se sometió ayer en Melgaço a unos estudios biomecánicos para evitar lesiones y mejorar el rendimiento de los jugadores. Éstos servirán además para elaborar plantillas individualizadas para cada futbolista celeste. El estudio comprendió análisis de la huella plantar, así como de las pisadas de cada componente del plantel céltico.

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