Uno trabaja por la semana para poder jugar todos los partidos. Pero no me enfadé por el cambio, sino más que nada porque las cosas no estaban saliendo bien, como uno quería. Es normal que me enojase, aunque sé que estuve mal en la actitud que tomé, relató ayer Cellerino.
Cuestionado sobre si lo correcto hubiera sido desear suerte al compañero que saltaba al terreno de juego en su lugar Dani Abalo, el argentino comentó que si uno sale enojado del campo, en ningún lugar hay un papel que diga que hay que saludar al compañero. Me equivoqué, lo dije y ya pedí disculpas a mis compañeros. El discurso de Cellerino fue contradictorio en cierto modo. Por un lado, admitió su error: Venía confiado porque creía que podía marcar otro gol, pero tengo que pensar más en el grupo que en el plano individual. No aporté nada haciendo esos gestos, pero uno no mide teniendo el corazón a mil durante un partido. Por otro, restaba importancia al incidente: Hay que pensar en que se perdió un partido, no en si Cellerino o Vasco no saludaron a un compañero o hicieron gestos. No se perdió porque nosotros nos enfadamos En la misma línea, el argentino señaló que lo que hizo fue una boludez y afirmó que respeta las decisiones de Eusebio. Ahora hay que cerrar la boca y entrenar más, apuntó. Eso sí, sobre los abucheos de la hinchada en respuesta a su airada reacción al ser sustituido, se mostró más tajante y no dudó en recriminar a la prensa por su actitud: No escuché los silbidos, pero si la afición se enoja por eso, en el próximo cambio saludo con una carita de feliz cumpleaños y una tarta, a ver si así están contentos. Si me enfado, es porque quiero aportar al equipo y ganar. No sé qué actitud tengo que tener a partir de ahora para que estén contentos. También creo que ustedes (la prensa) lo han agrandado. Siempre buscan algo para darnos cuerda a nosotros y tienen que apoyarnos, levantarnos y darnos más moral para que logremos resultados el fin de semana. Es lo que pienso yo, como muchos otros, aunque no lo digan Por su parte, Vasco Fernandes fue más parco en palabras al referirse a lo acaedido el sábado pasado. No existe polémica ninguna. El míster decidió cambiarme, lo respeto y no hay que darle más vueltas al tema. Ya me he disculpado con quien tenía que hacerlo. Cuestionado sobre si la afición también merecía una disculpa, se limitó a decir queno he matado a nadie. Siempre he sido un profesional ejemplar y no tienen por qué señalarme.
