La prioridad de la economía española sería preservar la solidez de su sistema financiero

El Banco de España prevé un crecimiento nulo o incluso negativo del crédito bancario

Malo de Molina.
El director general del Servicio de Estudios del Banco de España, José Luis Malo de Molina, asegura que la evolución del crédito en nuestro país registrará un crecimiento nulo o incluso negativo a lo largo de los próximos meses. Este cambio de tendencia del crédito está además condicionado, a su parecer, por las 'excepcionales condiciones' de la crisis global, que tienden a agudizar los factores contractivos del crédito tanto por el lado de la demanda como de la oferta.
El principal desafío de la economía española sería, por tanto, preservar la solidez de su sistema financiero. A este respecto el presidente de la Asociación Española de la Banca (AEB), Miguel Martín, ha asegurado que 'no hay ningún riesgo catastrófico' a la vista en el panorama financiero español.

José Luis Malo de Molina realizó durante su intervención en un encuentro financiero organizado por el Foro de Nueva Economía y 'The Wall Street Journal', un repaso a las causas que han provocado la crisis financiera internacional y la restricción de crédito.

En su opinión, existen numerosos factores que han condicionado la evolución del crédito en España y que han provocado un giro en el ciclo crediticio que, durante los últimos años, había crecido muy rápidamente.

Este cambio de tendencia del crédito está además condicionado, a su parecer, por las 'excepcionales condiciones' de la crisis global, que tienden a agudizar los factores contractivos del crédito tanto por el lado de la demanda como de la oferta. A pesar de la contracción del crédito, Malo de Molina consideró que las medidas financieras puestas en marcha hasta la fecha en España y en Europa han logrado 'soslayar' los riesgos propiciados por la pérdida de confianza.

En su opinión que el Fondo de Adquisición de Activos Financieros (FAAF) y los avales 'están ayudando' a paliar los efectos restrictivos de la crisis sobre las entidades financieras, mientras que las líneas de financiación están contribuyendo a aliviar las necesidades de financiación de algunos sectores económicos.

Aún así, afirmó que sería 'erróneo' pensar que la economía española puede separarse del exterior para superar las dificultades, y recordó que el desafío propio más importante en la actualidad es preservar la solidez del sistema financiero para garantizar su buena salud cuando se supere la crisis económica. A su parecer, la forma en que se resuelva este desafío será 'determinante' para conseguir un adecuado funcionamiento del flujo de crédito. 'Si el sistema se debilitara, la financiación se haría más difícil y el crecimiento se resentiría en mayor medida', advirtió.

Según Malo de Molina, la crisis financiera internacional ha alterado la dinámica de todo el sistema mundial, ya que se trata de un ajuste que nadie ha podido esquivar, sobre el que nadie ha podido ejercer un control directo y que ha desencadenado una recesión global en todas las economías desarrolladas.

En este sentido, admitió que España tampoco ha podido esquivar los efectos de la crisis, aunque la solidez del sistema financiero español proporcionó un 'importante factor de resistencia' al país a los primeros embates de la crisis, que ha marcado una 'diferencia notable' frente a otros países industrializados.

A pesar de esto, el director del Servicio de Estudios del Banco de España insistió en que España no es inmune a las 'poderosas fuerzas globales' que están tendiendo lugar, ya que la 'intensa perturbación externa' ha añadido efectos contractivos 'muy potentes' a la desaceleración española.

A pesar de todo ello desde la Asociación Asociación Española de la Banca (AEB), Miguel Martín, aseguró que 'no hay ningún riesgo catastrófico' a la vista en el panorama financiero español. Su presidente, Miguel Martín explicó que este riesgo sólo aparece cuando la economía mundial se hunde, algo que, a su parecer, 'no va a ocurrir' porque están todos los gobiernos trabajando para impedirlo.

Tras intervenir en el encuentro financiero organizado por el Foro Nueva Economía, el presidente de la AEB se mostró 'absolutamente convencido' de que la próxima reunión del G-20 servirá para sacar soluciones que permitan resolver la crisis económica. 'La parte de la situación económica se solucionará cuando lo haga la crisis económica', aventuró el presidente de la patronal de la banca quien, sin embargo, advirtió de que las entidades que hayan dado mal los créditos tendrán que provisionarlos en el futuro o usar el fondo de garantía de depósitos si no tienen capacidad para hacerlo.

Por todo, resaltó una vez más la necesidad de actuar contra la crisis usando los procedimientos tradicionales que ya funcionaron en el pasado y que, a su parecer, también lo harán en el futuro. 'Tenemos los procedimientos, la capacidad, la tecnología y los medios para resolver la situación en la que nos encontramos, eso no es un mensaje catastrofista, sino la garantía de que saldremos', concluyó.

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