Todos los miembros del Consejo de Administración presentaron la dimisión, excepto el presidente y el consejero delegado

Bankia solicita 23.500 millones de euros al Estado para salir a flote

El expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, durante una conferencia que impartió ayer en Valencia. (Foto: MANUEL BRUQUE)
Bankia pidió al Estado 19.000 millones de euros para salir a flote, una cifra récord en la historia de los rescates bancarios españoles y que desborda los 15.000 millones que el Gobierno preveía para todo el sector. El consejo de administración de Bankia celebró ayer una reunión clave en esta nueva etapa de la entidad, en la que se aprobó el plan de saneamiento y recapitalización del banco y de su matriz, BFA, que estarán tutelados por el Estado.
El presidente del grupo nacionalizado, Jose Ignacio Goirigolzarri, contará además con un consejo más profesionalizado, al haber dimitido los dieciséis consejeros que procedían de las cajas de ahorros que dieron origen a la entidad, la mayor parte políticos y empresarios procedentes de Caja Madrid y Bancaja. Solo semantuvo, además de Goirigolzarri, el consejero delegado, Francisco Verdú, fichado por Rodrigo Rato el año pasado.

Entra en el consejo José Sevilla, persona de confianza de Goirigolzarri, y que ocupa el cargo de Director General de Presidencia, y varios empresarios y economistas, como el vicepresidente de Ferrovial Joaquín Ayuso, la ex presidenta de Merrill Lynch en España, Eva Castillo, el ex socio de la auditoría PwC, José Wahnon, y los presidente de Zena, Javier Campo, y Alsa, Jorge Cosmen.

Como punto de partida de esta nueva etapa, el consejo de Bankia reformuló sus cuentas de 2011 para reconocer todos los saneamientos pendientes, las minusvalías en las empresas participadas, y las carencias de capital que ya puso de manifiesto la auditora Deloitte cuando se negó a firmar las cuentas anuales.


2.900 MILLONES DE PÉRDIDAS

Según esta nueva contabilidad, que ya contó con el visto bueno completo de Deloitte, Bankia perdió el año pasado 2.979 millones de euros, lejos de los 309 millones de beneficios que anunció en febrero pasado, cuando la entidad aun estaba presidida por Rodrigo Rato.

Ahora, la empresa necesita una inyección histórica de fondos públicos, 19.000 millones de euros, que se suman a los 4.465 millones que ya había inyectado el Estado, a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), cuando nació Bankia. En realidad, el grupo reconoce unas necesidades de provisiones y de capital mayores, de unos 25.000 millones, aunque el impacto 'neto' quedará en unos 19.000 millones.

La mayor parte corresponde a la cartera inmobiliaria, con unos 12.745 millones. A esta cifra se unen unos 5.500 millones de euros en saneamientos a los que deberá hacer frente en el resto de cartera crediticia si empeora la situación financiera.

Adicionalmente, el grupo BFA-Bankia necesita 6.700 millones para hacer frente a las minusvalías en activos fiscales y en su cartera de participadas, que quedaron valoradas a precios de mercado. De hecho, este era uno de los puntos de fricción con Deloite, pues la auditora se quejaba de la elevada valoración que BFA daba a su filial Bankia, 12.000 millones, cuando su valor a precios de mercado era de menos de 1.500 millones.

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