Una semana después del inicio del corralito en Chipre, el Gobierno de la isla volvió cerca del punto de partida: a la propuesta de imponer una tasa a los depósitos como modo de financiar parte del rescate de su sector bancario. La idea inicial -rechazada el martes por el Parlamento chipriota- era imponer un gravamen del 6,75 % a los depósitos menores de 100.000 euros y un 9,9 % a los superiores.
Ahora, el plan acordado tras una semana de tensión entre Bruselas y Nicosia y de incertidumbre entre la población chipriota, pasa por cobrar un impuesto sólo a los depósitos superiores a 100.000 euros. Según filtraciones de una fuente cercana a la negociación entre la troika y el Gobierno heleno -que se prolongó hasta bien entrada la noche-, se pactó gravar al 20 % los depósitos superiores a 100.000 euros en el Banco de Chipre y del 4 % a los depósitos de la misma cantidad en otras entidades.
La mayor tasa al Banco de Chipre es un intento de evitar la reestructuración de la mayor entidad financiera del país, tal como ocurrirá con el segundo, el Laiki Bank, que será dividido en un banco bueno y otro malo.
Aunque el viernes se aprobó en la Asamblea chipriota la legislación necesaria para esta reestructuración del sector bancario -ocho veces mayor que el PIB chipriota, de 17.500 millones de euros-, aún quedan muchos interrogantes en torno a ello. De hecho, una fuente negociadora chipriota confesó a la agencia de noticias chipriota CNA que no se había logrado un acuerdo en las negociaciones con la troika debido a que la representante del Fondo Monetario Internacional (FMI) 'presenta nuevas exigencias cada media hora'.
Con la serie de medidas conocidas como 'plan B', que tambjién incluye crear un Fondo de Solidaridad, el Gobierno que dirige el conservador Nikos Anastasiadis pretende recaudar unos 5.800 millones de euros, tal y como exige la troika a cambio del rescate de 10.000 millones de euros.
REAPERTURA DE LOS BANCOS
La idea es que el próximo martes puedan abrir las sucursales bancarias de nuevo, después de más de una semana del corralito que se inició el pasado sábado.
Sin embargo, para evitar una fuga de capitales ese mismo día, se ha aprobado una ley que permitirá al Ministerio de Finanzas y al Banco Central decretar restricciones a los movimientos bancarios.
Pero el Gobierno se podría encontrar con un obstáculo a la hora de abrir los bancos el próximo martes ya que los trabajadores de la banca han amenazado con declararse en huelga si no se garantiza la supervivencia de sus puestos de trabajo y de sus fondos de pensiones tras la reestructuración del Laiki Bank.
La mayor tasa al Banco de Chipre es un intento de evitar la reestructuración de la mayor entidad financiera del país, tal como ocurrirá con el segundo, el Laiki Bank, que será dividido en un banco bueno y otro malo.
Aunque el viernes se aprobó en la Asamblea chipriota la legislación necesaria para esta reestructuración del sector bancario -ocho veces mayor que el PIB chipriota, de 17.500 millones de euros-, aún quedan muchos interrogantes en torno a ello. De hecho, una fuente negociadora chipriota confesó a la agencia de noticias chipriota CNA que no se había logrado un acuerdo en las negociaciones con la troika debido a que la representante del Fondo Monetario Internacional (FMI) 'presenta nuevas exigencias cada media hora'.
Con la serie de medidas conocidas como 'plan B', que tambjién incluye crear un Fondo de Solidaridad, el Gobierno que dirige el conservador Nikos Anastasiadis pretende recaudar unos 5.800 millones de euros, tal y como exige la troika a cambio del rescate de 10.000 millones de euros.
REAPERTURA DE LOS BANCOS
La idea es que el próximo martes puedan abrir las sucursales bancarias de nuevo, después de más de una semana del corralito que se inició el pasado sábado.
Sin embargo, para evitar una fuga de capitales ese mismo día, se ha aprobado una ley que permitirá al Ministerio de Finanzas y al Banco Central decretar restricciones a los movimientos bancarios.
Pero el Gobierno se podría encontrar con un obstáculo a la hora de abrir los bancos el próximo martes ya que los trabajadores de la banca han amenazado con declararse en huelga si no se garantiza la supervivencia de sus puestos de trabajo y de sus fondos de pensiones tras la reestructuración del Laiki Bank.