Habrá segunda oleada de fusiones y la confirmación llegó ayer del propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que avanzó a Efe que antes del 15 de febrero estará listo un plan para la reestructuración del sistema financiero, que obligará al saneamiento de las entidades y a un nuevo proceso de fusiones 'para que las que haya sean de buen tamaño, sean solventes y, sobre todo, para que vuelvan a dar crédito a las pequeñas y medianas empresa y a las familias', aseguró Rajoy.
El ministro de Economía, Luis de Gindos, habría iniciado ya los contactos con entidades para analizar las posibilidades. En el sector se da por hecho que el listón para la viabilidad se elevará hasta los 100.000 millones de euros en activos.
La primera entidad que sale al mercado es Unnim, que el Banco de España quiere adjudicar antes de que termine febrero. Las ofertas deben presentarse antes del viernes. Luego saldrán Banco de Valencia, Caja 3 y Liberbank.
Mientras, en Novagalicia Banco sigue adelante el plan de recapitalización ajenos a este proceso, porque su presidente, José María Castellano, tiene una opción de compra sobre el 20% en manos del FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria) que expira en septiembre, así que hasta ese momento la entidad está blindada a posibles operaciones.
Sin embargo las presiones de la banca son crecientes y en los últimos días señalan con insistencia el interés de La Caixa, a través de Caixabank, para entrar en la entidad gallega. En La Caixa rechazan hacer comentarios al respecto y en Novagalicia niegan cualquier tipo de contacto y recuerdan que una operación de este calado precisaría un cambio normativo.
Presidente y consejero delegado del banco nacido de la fusión de las cajas gallegas tratan de convencer al Gobierno de que no sería bueno para los contribuyentes vender la entidad.
Así que trabajan para que se despejen las incertidumbres legislativas sobre el sector en España para que puedan entrar en el capital los fondos internacionales que han mostrado interés en participar en la entidad. Esta situación abriría un nuevo panorama que podría incluso llevar a ofrecer un tramo minorista para que pudieran entrar el capital los ciudadanos que lo desearan (ahora solo pueden ser inversores profesionales).
De momento la parte de capital privado que ya está dentro (17 empresarios con 70 millones de euros) es pequeña, por debajo de las expectativas, aunque se trata de una iniciativa muy singular en España.n
