Pelayo Novoa, socio de la auditoría BDO en Vigo

“Las pymes erraron al financiarse con planes a corto plazo'

Pelayo Novoa.
Pelayo Novoa (Vigo, 1972) dirige junto con Jorge Montoya la nueva, y primera, oficina de la consultora BDO en Galicia, situada en plena Plaza de Compostela de Vigo. Licenciados en Ciencias Empresariales por la Universidad de Vigo, Novoa y Montoya ya eran socios en la consultora local NporM, ahora integrada en la nueva oficina.
BDO Vigo nace con una facturación estimada de un millón de euros y 10 empleados a los que en breve se sumarán nuevos equipos de trabajo.
BDO es una de las cinco principales firmas internacionales de auditoría y servicios profesionales a la empresa. En la actualidad tiene 14 oficinas en España. A nivel mundial son 1.082, repartidas en 119 países. La empresa fue fundada en 1963 por empresas de varios países europeos.

¿Cuáles son los objetivos de la apertura en Vigo de BDO?
BDO es una de las principales firmas internacionales de auditoría y consultoría, digamos que está muy bien posicionada en España y hasta la fecha no tenía oficina propia en Galicia, aunque sí trabajaba con algunos clientes gallegos muy significativos para la compañía. La firma decidió iniciar una búsqueda activa para abrir una oficina en Vigo y optaron por integrarse con un despacho local, en vez de empezar desde cero. Se fijaron en nosotros y tuvimos la suerte de integrarnos con ellos. Nuestro objetivo no es otro que tener en Galicia el mismo papel representativo que la consultora tiene a nivel nacional y en el resto de España.

Empiezan con una facturación inicial de un millón de euros, ¿con qué empresas trabajan?
Entre la facturación que teníamos nosotros y el negocio que tenía BDO en Galicia, sí, ese es el punto de partida. Entre otros, trabajamos con el grupo Norvento de Lugo, Exlabesa en Padrón y en Vigo el CFV o Grupo Pescanova. También estamos especializados en lo que se denomina tercer sector, o entidades sin ánimo de lucro, como fundaciones, ONG y demás.

¿Cuáles son los servicios más demandados?
Fundamentalmente se nos asocia con la auditoría, pero también se nos demandan servicios de consultoría de valor añadido, lo que son finanzas corporativas: asesoramiento relacionados con transacciones, valoraciones de empresa, auditorías de compra, etc. De hecho BDO acaba de hacer la tasación de Novacaixagalicia para el FROB. Se llevó directamente desde el departamento financiero de Madrid. Se hizo una revisión de todo el balance de actividad y luego de las previsiones, su plan de negocio. Se supone que hacer este trabajo para una entidad del tamaño de Novacaixagalicia, fue duro. BDO fue felicitada por el propio Banco de España por este servicio.

¿Su presencia en Galicia es una demostración del potencial del tejido empresarial gallego?
BDO se caracteriza por tener mucha cercanía con el cliente, es una estrategia que ha desarrollado desde el principio. Así como nuestros competidores están más especializados en la gran empresa, nuestro fuerte es la pyme, lo que es representativo del tejido empresarial gallego. BDO llevaba años colaborando con empresas gallegas, y era consciente de que su perfil era el adecuado para la consultora. En cuanto a los servicios que prestamos desde aquí, decir que son muy similares a los del conjunto de España, fundamentalmente audotoría y finanzas corportativas. Sí que es cierto que en Galicia, lógicamente, existen una serie de sectores con un peso específico en la economía de la región, que nos exigen especializar los equipos de trabajo sectorialmente. Aquí tenemos unas mayores competencias en sectores como la alimentación pesquera o industrial.

En época de crisis ¿sus servicios son más demandados, con el objetivo de mejorar las cuentas de la empresa, o bien se recortan para reducir costes?
En la coyuntura actual, las empresas se encuentran ante situaciones comprometidas y exigen trabajos o servicios para presentarles a terceros. Cualquier banco, para una operación, va a requerir unas cuentas auditadas y un plan de viabilidad o de negocio. Todos esos trabajos son los que más ha hecho en los últimos años. A nivel local hemos hecho una restructuración de servicios, metiéndonos también en varios procesos preconcursales fruto de la dinámica actual. A los empresarios se les ha exigido un esfuerzo a la hora de preparar planes de contingencia, restructuraciones financieras que han tenido que presentar a clientes o entidades financieras. El producto estrella sigue siendo la auditoría.

Y, desde su experiencia, ¿qué es lo que han hecho mal las empresas?
El nivel en el general de la pyme es débil, se han cometido errores. Uno de ellos, garrafal, ha sido mantener la financiación con operaciones a corto plazo, como pólizas de crédito o líneas de descuento casi siempre a un año. Ahí los bancos tienen la sartén por el mango, porque cada año las empresas tienen que renovar y cuando las cosas ya no van tan bien, el crédito se acaba. Es el error más sencillo y también el más fácil de entender.

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