Los trabajadores de Cacaolat se concentraron ayer ante la planta de la empresa en Barcelona para protestar por la situación que ha llevado al concurso de acreedores presentado, del que culpan a la 'mala gestión' de la familia Ruiz-Mateos, propietaria del grupo empresarial Nueva Rumasa.
Durante la protesta, que ha reunido un centenar de trabajadores, el director general de Cacaolat, Sebastián Masdeu, ha dicho que no tiene que esconderse y que lo importante es que ayer se ha presentado el concurso, sobre el que no quiso dar detalles.
El secretario general de la federación agroalimentaria de UGT, David Papiol,aseguró que el concurso de acreedores es 'el primer paso para la desvinculación de una empresa viable como Cacaolat de la familia Ruiz-Mateos' y explicó que lo importante es que 'uno o varios inversores se hagan cargo del negocio'. 'Hemos tocado fondo', decían algunos miembros de la plantilla en un ambiente festivo, 'pero ahora toca ver cómo mejora la situación, necesitamos compradores'.
El secretario general de la federación agroalimentaria de UGT, David Papiol,aseguró que el concurso de acreedores es 'el primer paso para la desvinculación de una empresa viable como Cacaolat de la familia Ruiz-Mateos' y explicó que lo importante es que 'uno o varios inversores se hagan cargo del negocio'. 'Hemos tocado fondo', decían algunos miembros de la plantilla en un ambiente festivo, 'pero ahora toca ver cómo mejora la situación, necesitamos compradores'.
