La originalidad de los triveses volvió a quedar patente en el desfile del Entroido, un evento que fue seguido por atento público, entre el cual también pudo verse a numerosos disfrazados. Al igual que vienen haciendo a lo largo de las últimas semanas, los fulións continuaron atronando con sus bombos y azadas las calles trivesas en la tarde de ayer. Algunos de ellos volvieron a sacar sus útiles después de golpearlos en el desfile matutino del Fulión de Manzaneda.
El recorrido comenzó en la Finca da Barreira, siguiendo por rúa San Martín y el casco viejo antes de detenerse en la Praza do Reloxo, donde los participantes comenzaron el fin de fiesta.
Protección Civil de A Pobra de Trives y San Xoán de Río, así como de la Policía Local trivesa favorecieron el desarrollo del desfile.