El Tribunal de lo Criminal de París abrió hoy el juicio a los siete etarras acusados por su implicación en el asesinato en Capbreton en diciembre de 2007 de los guardias civiles Raúl Centeno y Fernando Trapero.
Tres de esos etarras -Mikel Carrera Sarobe, 'Ata', Saioa Sánchez Iturregui, 'Hintza', y Asier Bengoa López de Armentia- son los que están imputados específicamente por asesinato con premeditación, en tanto que integrantes del comando que perpetró el crimen.
Tanto 'Ata' como Garikoitz Aspiazu Rubina, 'Txeroki', tendrán que responder también -entre otros- del cargo de dirigentes de una organización terrorista.
El proceso, programado durante cuatro semanas, será la ocasión para presentar las pruebas incriminatorias contra Carrera Sarobe, Sánchez Iturregui y Bengoa López de Armentia por haber sido los tres que presuntamente acribillaron, el 1 de diciembre de 2007, a los dos agentes, que estaban en misión antiterrorista en Francia.
El resto de inculpados en este sumario son Eider Uruburu Zabaleta, Ibón Goieaskoetxea Arronategi e Iratxe Sorzábal Díaz.
Esta última es la única que no se sienta en el banquillo de los acusados, en el Palacio de Justicia de París, ya que sigue en busca y captura.
Los familiares de los guardias civiles, al igual que el Estado español, se han constituido en acusación particular en este juicio.
Poco antes de la apertura del juicio, Mari Mar Blanco, hermana del concejal del PP en Ermua Miguel Ángel Blanco, secuestrado y asesinado por ETA en 1997, señaló ante los medios que esperaba que en este proceso 'todo el peso de la ley caiga sobre los asesinos'.
Blanco, presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo, añadió que había acudido al Palacio de Justicia de París para acompañar a los padres de los guardias civiles asesinados, arroparlos y 'darles la esperanza de que se hace Justicia'.
Tanto 'Ata' como Garikoitz Aspiazu Rubina, 'Txeroki', tendrán que responder también -entre otros- del cargo de dirigentes de una organización terrorista.
El proceso, programado durante cuatro semanas, será la ocasión para presentar las pruebas incriminatorias contra Carrera Sarobe, Sánchez Iturregui y Bengoa López de Armentia por haber sido los tres que presuntamente acribillaron, el 1 de diciembre de 2007, a los dos agentes, que estaban en misión antiterrorista en Francia.
El resto de inculpados en este sumario son Eider Uruburu Zabaleta, Ibón Goieaskoetxea Arronategi e Iratxe Sorzábal Díaz.
Esta última es la única que no se sienta en el banquillo de los acusados, en el Palacio de Justicia de París, ya que sigue en busca y captura.
Los familiares de los guardias civiles, al igual que el Estado español, se han constituido en acusación particular en este juicio.
Poco antes de la apertura del juicio, Mari Mar Blanco, hermana del concejal del PP en Ermua Miguel Ángel Blanco, secuestrado y asesinado por ETA en 1997, señaló ante los medios que esperaba que en este proceso 'todo el peso de la ley caiga sobre los asesinos'.
Blanco, presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo, añadió que había acudido al Palacio de Justicia de París para acompañar a los padres de los guardias civiles asesinados, arroparlos y 'darles la esperanza de que se hace Justicia'.
