El PP ofreció ayer al PSOE acuerdos de gobernabilidad 'respetando' los resultados de las elecciones y 'sin condicionantes previos' para evitar el riesgo de que, con un pacto con IU, en Andalucía se apliquen 'políticas del siglo XIX' que podrían provocar 'daños irreparables' a esta comunidad.
El presidente del PP andaluz, Javier Arenas, envió ayer dos cartas, una al presidente de la Junta en funciones, José Antonio Griñán, y otra al coordinador regional de IU, Diego Valderas, en las que le puso de manifiesto la necesidad de poner encima de la mesa el interés general habida cuenta de la situación de Andalucía.
La respuesta de los socialistas no se hizo esperar y el presidente andaluz en funciones, José Antonio Griñán, agradeció el ofrecimiento pero rechazó la oferta de Arenas, aunque no cierra del todo esta opción, pero 'no en primer lugar' ya que se decanta por un Gobierno 'progresista y estable' para Andalucía, porque según explicó, las urnas señalaron claramente que el PP es 'minoritario' en Andalucía y que los votantes prefirieron la opción progresista.
El jefe del Ejecutivo andaluz insistió en que hace falta un proyecto político con futuro, progresista y transparente que sirva de base al debate de investidura, y añadió que el PSOE 'ha escuchado al electorado y quiere situar a Andalucía en condiciones para superar la crisis'.
Por ese motivo, en primer lugar propondrá un acuerdo a IU y baraja las opciones de gobierno de coalición o apoyo parlamentario. Su plan implica 'sentarse y hablar de un proyecto' que oriente la política en la dirección que los andaluces escogieron, y avanzó que las negociaciones se harán con total transparencia.
La respuesta de los socialistas no se hizo esperar y el presidente andaluz en funciones, José Antonio Griñán, agradeció el ofrecimiento pero rechazó la oferta de Arenas, aunque no cierra del todo esta opción, pero 'no en primer lugar' ya que se decanta por un Gobierno 'progresista y estable' para Andalucía, porque según explicó, las urnas señalaron claramente que el PP es 'minoritario' en Andalucía y que los votantes prefirieron la opción progresista.
El jefe del Ejecutivo andaluz insistió en que hace falta un proyecto político con futuro, progresista y transparente que sirva de base al debate de investidura, y añadió que el PSOE 'ha escuchado al electorado y quiere situar a Andalucía en condiciones para superar la crisis'.
Por ese motivo, en primer lugar propondrá un acuerdo a IU y baraja las opciones de gobierno de coalición o apoyo parlamentario. Su plan implica 'sentarse y hablar de un proyecto' que oriente la política en la dirección que los andaluces escogieron, y avanzó que las negociaciones se harán con total transparencia.
