La Audiencia de Barcelona ha condenado a 19 años y medio de prisión al hombre que en agosto de 2009 asesinó a su pareja, embarazada de ocho meses, cuando subían en ascensor a su casa, situada en el distrito barcelonés de Nou Barris.
En su sentencia, la Audiencia condena a Daniel Doya -para quien la Fiscalía pedía 23 años de cárcel- a la pena mínima por el delito de asesinato en concurso con el de aborto, al considerar que esa condena ya es 'lo bastante grave por sí misma para ser considerada proporcionalmente adecuada'.
A la pena de 17 años y medio de cárcel, la Audiencia suma otros dos años por el delito de tenencia ilícita de armas, la pena más grave, dado que no solo ha reconocido el acusado que poseía la pistola 'de manera indebida y a plena conciencia', sino también que la llevaba consigo pensando en la posibilidad de utilizarla en un hipotético enfrentamiento con ladrones.
Daniel Doya fue condenado por un jurado popular por un delito de asesinato en concurso con uno de aborto, porque el hijo que su pareja llevaba en el vientre murió horas después debido al fallecimiento de la madre, pese a que en un primer momento los servicios médicos lograron extraerlo con vida mediante una cesárea 'post mortem'.
El crimen ocurrió la madrugada del 25 de agosto de 2009, cuando el acusado disparó un tiro a su pareja, que se encontraba de espaldas y sin posibilidad alguna de defenderse, en el interior del ascensor en el que ambos, junto a su hija de tres años, subían a su domicilio, situado en la calle Lorena de Barcelona.
El magistrado presidente del jurado considera en su fallo que la larga duración de la pena impuesta al procesado 'debe permitir que el tratamiento que reciba el penado incida en él con el fin de hacerle comprender la extrema gravedad de sus conductas para integrarlo socialmente a partir de unas prácticas de comportamiento ajustadas a derecho'.
A la pena de 17 años y medio de cárcel, la Audiencia suma otros dos años por el delito de tenencia ilícita de armas, la pena más grave, dado que no solo ha reconocido el acusado que poseía la pistola 'de manera indebida y a plena conciencia', sino también que la llevaba consigo pensando en la posibilidad de utilizarla en un hipotético enfrentamiento con ladrones.
Daniel Doya fue condenado por un jurado popular por un delito de asesinato en concurso con uno de aborto, porque el hijo que su pareja llevaba en el vientre murió horas después debido al fallecimiento de la madre, pese a que en un primer momento los servicios médicos lograron extraerlo con vida mediante una cesárea 'post mortem'.
El crimen ocurrió la madrugada del 25 de agosto de 2009, cuando el acusado disparó un tiro a su pareja, que se encontraba de espaldas y sin posibilidad alguna de defenderse, en el interior del ascensor en el que ambos, junto a su hija de tres años, subían a su domicilio, situado en la calle Lorena de Barcelona.
El magistrado presidente del jurado considera en su fallo que la larga duración de la pena impuesta al procesado 'debe permitir que el tratamiento que reciba el penado incida en él con el fin de hacerle comprender la extrema gravedad de sus conductas para integrarlo socialmente a partir de unas prácticas de comportamiento ajustadas a derecho'.
