José Bretón, padre de los dos menores de 2 y 6 años desaparecidos el 8 de octubre de 2011 y que está siendo juzgado por dos delitos de asesinato, negó ayer ante el tribunal jurado que matara a sus hijos ya que, según dijo, 'los quiero con locura y daría la vida entera por ellos'.
Bretón compareció tranquilo y sereno y respondió a todas las preguntas efectuadas por la fiscal, la acusación particular y el abogado defensor en un interrogatorio que se prolongó durante más de cuatro horas. En sus respuestas, el acusado quiso dejar claro que sus hijos 'son lo más importante de su vida' y que es 'completamente falso' que los quemara en una hoguera o que le diera pastillas para dormirlos y consumar el crimen. Además, aseguró que nunca tuvo ánimo de venganza hacia su exesposa, Ruth Ortiz, y lamentó no poder buscar a los niños, por estar en prisión desde el 21 de octubre de 2011.
En respuesta a las preguntas de la fiscal, Bretón afirmó que sus hijos fueron 'la mayor alegría' de su vida y siempre fue un 'padre bueno' que trató de 'inculcar buenos valores a sus dos hijos'.
El acusado, que como el lunes se mantuvo sereno y tranquilo, lloró en un momento en que describió a su hijo menor, José, como un niño 'muy risueño', al que educó para que 'siempre haga caso a su padre'. Al ser interrogado por el día del suceso, Bretón dejó varias contradicciones, especialmente en lo referente a la cantidad de gasóleo que adquirió en Huelva antes de viajar a Córdoba con sus hijos.
En este sentido, el acusado no pudo aclarar cómo utilizó los 70 litros de combustible que adquirió ese día, ya que afirmó en un primer momento que sirvió para repostar el coche a su llegada a Córdoba, aunque posteriormente aseguró que antes de salir de Huelva llenó el depósito por completo.
Por otro lado, Bretón aseguró en un primer momento que fue el psiquiatra al que acudió tras iniciarse la separación de su exesposa el que le ofreció usar tranquilizantes, si bien matizó posteriormente que no las usó y que las tiró el mismo día.
Otro punto importante de la declaración fueron las preguntas centradas en la hoguera donde aparecieron los restos óseos que podrían pertenecer a los niños. Bretón aseguró que hizo una pequeña hoguera donde quemó papel y unas bolsas de basura que Ruth Ortiz, madre de los pequeños, dejó en la finca de 'Las Quemadillas', mientras que negó que allí quemara algún tipo de animal ese día.
'COLUMNA DE HUMO'
Añadió que la mesa metálica que se encontró junto a la hoguera la utilizó a forma de 'chimenea' para poder quemar 'los troncos mejor', mientras que negó que la gran columna de humo que se detectó ese día procediera de su parcela.
En ese sentido, dijo que vislumbró esa columna de humo en las inmediaciones de su finca, mientras que detalló que la mesa metálica era de reducida dimensiones y que era más pequeña de lo que puede medir su hija mayor.
Por otro lado, Bretón negó con rotundidad que le dijera a sus 'policías sombra' y a familiares de su exmujer que matara a los niños y manifestó que el encargado de la investigación en ese momento le propuso 'falsificar informes' y sacarlo del país 'en un avión privado' si le contaba todo lo ocurrido, si bien, dijo que él no lo hizo ya que 'no he matado a mis hijos', que son 'lo que más quiero en este mundo'.
En respuesta a las preguntas de la fiscal, Bretón afirmó que sus hijos fueron 'la mayor alegría' de su vida y siempre fue un 'padre bueno' que trató de 'inculcar buenos valores a sus dos hijos'.
El acusado, que como el lunes se mantuvo sereno y tranquilo, lloró en un momento en que describió a su hijo menor, José, como un niño 'muy risueño', al que educó para que 'siempre haga caso a su padre'. Al ser interrogado por el día del suceso, Bretón dejó varias contradicciones, especialmente en lo referente a la cantidad de gasóleo que adquirió en Huelva antes de viajar a Córdoba con sus hijos.
En este sentido, el acusado no pudo aclarar cómo utilizó los 70 litros de combustible que adquirió ese día, ya que afirmó en un primer momento que sirvió para repostar el coche a su llegada a Córdoba, aunque posteriormente aseguró que antes de salir de Huelva llenó el depósito por completo.
Por otro lado, Bretón aseguró en un primer momento que fue el psiquiatra al que acudió tras iniciarse la separación de su exesposa el que le ofreció usar tranquilizantes, si bien matizó posteriormente que no las usó y que las tiró el mismo día.
Otro punto importante de la declaración fueron las preguntas centradas en la hoguera donde aparecieron los restos óseos que podrían pertenecer a los niños. Bretón aseguró que hizo una pequeña hoguera donde quemó papel y unas bolsas de basura que Ruth Ortiz, madre de los pequeños, dejó en la finca de 'Las Quemadillas', mientras que negó que allí quemara algún tipo de animal ese día.
'COLUMNA DE HUMO'
Añadió que la mesa metálica que se encontró junto a la hoguera la utilizó a forma de 'chimenea' para poder quemar 'los troncos mejor', mientras que negó que la gran columna de humo que se detectó ese día procediera de su parcela.
En ese sentido, dijo que vislumbró esa columna de humo en las inmediaciones de su finca, mientras que detalló que la mesa metálica era de reducida dimensiones y que era más pequeña de lo que puede medir su hija mayor.
Por otro lado, Bretón negó con rotundidad que le dijera a sus 'policías sombra' y a familiares de su exmujer que matara a los niños y manifestó que el encargado de la investigación en ese momento le propuso 'falsificar informes' y sacarlo del país 'en un avión privado' si le contaba todo lo ocurrido, si bien, dijo que él no lo hizo ya que 'no he matado a mis hijos', que son 'lo que más quiero en este mundo'.
