España retrocedió hasta el nivel de hace quince años en el Índice de Percepción de la Corrupción 2013 de la ONG Transparencia Internacional (TI) y cayó desde el puesto número 30 al 40 en el ranking global de 177 países debido a la indignación provocada por casos como Gürtel, Bárcenas o los ERE.
El informe achaca el desplome de España -con una nota de 59 sobre 100- al alto número de casos de corrupción que afloraron el último año y el relevante eco social de escándalos como Gürtel, Bárcenas o los ERE en Andalucía, que han 'influido intensamente en la percepción ciudadana, generando un estado de indignación generalizado', según consta en el balance.
Además, por primera vez, España está en el 'pelotón de cola' de la Unión Europea, en el puesto 19 entre los 30 países comunitarios y con peor nota que Polonia, Portugal o Chipre.
La 'preocupante' conclusión de este informe, según Manuel Villoria, miembro del Comité Ejecutivo de la organización, es que España 'se desliza por la pendiente de la corrupción', que la corrupción política es muy alta con escándalos en todas las instituciones, incluso la Casa Real, y que no se está atendiendo a la gravedad del problema porque se adoptan 'medidas a medias'. A su juicio, todas las instituciones del Estado tuvieron problemas graves, desde el PP que se vio 'atrapado' por los casos Gürtel y Bárcenas hasta el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), pasando por los escándalos en el ámbito empresarial y 'hasta sindical' y los casos que tienen 'sobre la mesa' comunidades como Baleares, Valencia o Andalucía.
CONTEXTO DE CRISIS
Por su parte, Silvina Bacigalupo considera que las razones de la caída de España en el Índice de la Percepción de la Corrupción son complejas y hay que situarlas en un contexto de crisis económica tras la burbuja inmobiliaria en el que las irregularidades se trasladaron a la financiación municipal y de ahí a la financiación de partidos.
'Hoy es un día para expresar una profunda preocupación', añadió Jesús Sánchez-Lombás, otro de los expertos que participó en la presentación del informe, para quien además la Ley de Transparencia, aprobada con el fin de reforzar la lucha contra la corrupción, es 'un completo fracaso' al no haber fijado un verdadero régimen sancionador. de todos estos casos
Por último y con respecto a las lagunas de la Ley de Transparencia, Jesús Lizcano destacó que el 'silencio negativo' de la administración tras dos meses suponga la desestimación de la reclamaciones, lo que en su opinión es una 'falta de respeto' al ciudadano. No obstante, confía en que las leyes de transparencia que elaboren las comunidades autónomas ayuden a solucionar estos inconvenientes.
Además, por primera vez, España está en el 'pelotón de cola' de la Unión Europea, en el puesto 19 entre los 30 países comunitarios y con peor nota que Polonia, Portugal o Chipre.
La 'preocupante' conclusión de este informe, según Manuel Villoria, miembro del Comité Ejecutivo de la organización, es que España 'se desliza por la pendiente de la corrupción', que la corrupción política es muy alta con escándalos en todas las instituciones, incluso la Casa Real, y que no se está atendiendo a la gravedad del problema porque se adoptan 'medidas a medias'. A su juicio, todas las instituciones del Estado tuvieron problemas graves, desde el PP que se vio 'atrapado' por los casos Gürtel y Bárcenas hasta el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), pasando por los escándalos en el ámbito empresarial y 'hasta sindical' y los casos que tienen 'sobre la mesa' comunidades como Baleares, Valencia o Andalucía.
CONTEXTO DE CRISIS
Por su parte, Silvina Bacigalupo considera que las razones de la caída de España en el Índice de la Percepción de la Corrupción son complejas y hay que situarlas en un contexto de crisis económica tras la burbuja inmobiliaria en el que las irregularidades se trasladaron a la financiación municipal y de ahí a la financiación de partidos.
'Hoy es un día para expresar una profunda preocupación', añadió Jesús Sánchez-Lombás, otro de los expertos que participó en la presentación del informe, para quien además la Ley de Transparencia, aprobada con el fin de reforzar la lucha contra la corrupción, es 'un completo fracaso' al no haber fijado un verdadero régimen sancionador. de todos estos casos
Por último y con respecto a las lagunas de la Ley de Transparencia, Jesús Lizcano destacó que el 'silencio negativo' de la administración tras dos meses suponga la desestimación de la reclamaciones, lo que en su opinión es una 'falta de respeto' al ciudadano. No obstante, confía en que las leyes de transparencia que elaboren las comunidades autónomas ayuden a solucionar estos inconvenientes.
