Detenidas 16 personas con una tonelada de hachís que intentaban introducir en España por la costa de Cádiz

Agentes de la Policía Nacional han detenido a dieciséis personas y han intervenido 1.080 kilos de hachís que iban a introducir a bordo de un pesquero por la costa de Cádiz, según han informado fuentes policiales.
El grupo desarticulado, asentado en la localidad gaditana de Sanlúcar de Barrameda, se dedicaba presuntamente a introducir esta sustancia desde el norte de Africa.

En la operación, denominada ‘Bacalao’, se han practicado cuatro registros en los que se han intervenido dos armas de fuego, munición, emisoras y teléfonos móviles, además de dos embarcaciones.

La investigación, realizada por agentes del Grupo de Respuesta Especial al Crimen Organizado (GRECO) de Cádiz en colaboración con la Dirección Adjunta de Vigilancia Aduanera (DAVA), empezó en enero sobre un grupo integrado por personas de origen español y marroquí, que se dedicaban a introducir y distribuir en Cádiz importantes cantidades de estupefaciente procedente del norte de Africa.

Las gestiones permitieron identificar a uno de los principales responsables de la red, que se encargaría de financiar la compra del hachís y también se pudo averiguar que otras dos personas proporcionaban la logística necesaria para las transacciones.

Para ello contaban con el apoyo del propietario de una embarcación que, al parecer, podría haber participado con anterioridad en la introducción de sustancias estupefacientes con otras organizaciones a las que ofrecía su infraestructura.

Los investigadores determinaron que el grupo pretendía introducir una gran partida de hachís, para lo que iban a emplear un barco de los denominados arrastreros.

La transacción se iba a realizar a unas 12 millas de la costa y hasta ese lugar se aproximaría una lancha fueraborda con la droga para trasvasarla al pesquero.

Las fuentes han explicado que una vez que se conocieron los detalles de la operación establecieron un dispositivo especial con la ayuda de la DAVA de la Agencia Tributaría.

Cuando las embarcaciones se dirigían al punto previsto, los agentes observaron que el arrastrero donde se iba a cargar el estupefaciente iba seguido de otra embarcación de pesca, cuya labor era dificultar el seguimiento e informar de los movimientos de la lancha de Vigilancia Aduanera.

Después de cargar el hachís, y ante la presencia policial, intentaron deshacerse de los fardos arrojándolos por la borda.

Los funcionarios de la DAVA consiguieron recuperar 36 fardos de sustancia estupefaciente con un peso de 1.080 kilos.

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