La Policía Nacional de Oviedo detuvo a un hombre de 33 años como presunto autor de un delito de extorsión a una amiga de su mujer. Según informó la Policía en una nota de prensa, hace unas semanas la Comisaría abrió una investigación en torno a una denuncia de una mujer en la que manifestaba estar pasando por una situación muy 'inquietante'.
Todo había comenzado cuando a finales de enero recibido una llamada a su teléfono fijo en la que una voz distorsionada, de la que no podía decir si era un hombre o una mujer, le insistía para que saliera de su piso y mirase su buzón.
La mujer decidió bajar al buzón de su vivienda y en su interior se encontró un sobre blanco sin franquear donde figuraban su nombre y su apellido. Cuando lo abrió encontró una nota en la que le amenazaba con revelar detalles de su vida privada a su marido e hijos si no le entregaba 5.000 euros.
Asimismo agregaba que si quería no volver a recibir más noticias suyas, sólo tenía que dejar el dinero en su buzón y la llave del mismo pegada debajo del cajetín para que pudiera acceder al dinero con facilidad. Al final de la nota le advertía de que no dudara de su profesionalidad.
Unos días más tardes, en la fachada de su pared aparecieron en los azulejos situados bajo los buzones de su domicilio, unas pintadas realizadas con pintura de color negro, en los que se leía claramente el nombre de la mujer, el piso donde vivía y un insulto. La mujer rápidamente los borró para evitar que fueran vistos por sus hijos y por los vecinos.
Las llamadas se hicieron cada vez más constantes, llegando a recibir incluso varias en un mismo día y siempre amenazándola con revelar secretos de su vida. Esta situación cada vez se fue haciendo más angustiosa, decidiendo entonces la mujer que había llegado el momento de denunciar.
Cuando la mujer se personó en la Comisaría, en la entrevista mantenida con el grupo que se hizo cargo de la investigación, manifestó que no sospechaba de nadie, agregando además, que su número de teléfono no figuraba en la guía y que sólo era conocido por dos personas de su familia.
La investigación se centró, entre otros puntos, en averiguar el teléfono desde el que se estaban llevando a cabo estas llamadas, descubriendo que las mismas se hacían siempre desde diferentes cabinas de Oviedo y de Mieres.
El día 17 a las 22.05 la mujer llamó inmediatamente a la Sala del 091 de la Jefatura Superior de Policía de Asturias para comunicar que nuevamente estaba recibiendo una llamada del autor de la extorsión. Rápidamente el jefe de la Sala del 091, llevó a cabo las primeras gestiones, confirmando que el número desde el que se estaba efectuando esta comunicación pertenecía a una cabina de Oviedo.
Mientras la mujer intentaba alargar todo lo posible la conversación con la voz desconocida, varias dotaciones policiales del grupo de atención al ciudadano, se personaron en menos de tres minutos en el lugar indicado, observando a un hombre en el interior de la cabina con unos guantes puestos.
Cuando el individuo fue interceptado se le localizó entre sus bolsillos una hoja manuscrita con el nombre de la mujer y sus números de teléfonos tanto el fijo como el móvil. También fue encontrada en su poder una factura de teléfono de su víctima donde figuraban los números de ella, siendo presuntamente éste el modo en el que individuo había conseguido la información.
La investigación posterior determinó que el detenido JL.R.A de 33 años, natural de León y con domicilio en Asturias era el marido de una amiga de la víctima, con los que hacía dos años había tenido problemas por una deuda de dinero, si bien reconocía que nunca llegó a pedirle en persona el dinero. La víctima negó este extremo.
Por tal motivo además de los delitos de extorsión y daños fue imputado como presunto autor de un delito de descubrimiento y revelación de secretos.
La mujer decidió bajar al buzón de su vivienda y en su interior se encontró un sobre blanco sin franquear donde figuraban su nombre y su apellido. Cuando lo abrió encontró una nota en la que le amenazaba con revelar detalles de su vida privada a su marido e hijos si no le entregaba 5.000 euros.
Asimismo agregaba que si quería no volver a recibir más noticias suyas, sólo tenía que dejar el dinero en su buzón y la llave del mismo pegada debajo del cajetín para que pudiera acceder al dinero con facilidad. Al final de la nota le advertía de que no dudara de su profesionalidad.
Unos días más tardes, en la fachada de su pared aparecieron en los azulejos situados bajo los buzones de su domicilio, unas pintadas realizadas con pintura de color negro, en los que se leía claramente el nombre de la mujer, el piso donde vivía y un insulto. La mujer rápidamente los borró para evitar que fueran vistos por sus hijos y por los vecinos.
Las llamadas se hicieron cada vez más constantes, llegando a recibir incluso varias en un mismo día y siempre amenazándola con revelar secretos de su vida. Esta situación cada vez se fue haciendo más angustiosa, decidiendo entonces la mujer que había llegado el momento de denunciar.
Cuando la mujer se personó en la Comisaría, en la entrevista mantenida con el grupo que se hizo cargo de la investigación, manifestó que no sospechaba de nadie, agregando además, que su número de teléfono no figuraba en la guía y que sólo era conocido por dos personas de su familia.
La investigación se centró, entre otros puntos, en averiguar el teléfono desde el que se estaban llevando a cabo estas llamadas, descubriendo que las mismas se hacían siempre desde diferentes cabinas de Oviedo y de Mieres.
El día 17 a las 22.05 la mujer llamó inmediatamente a la Sala del 091 de la Jefatura Superior de Policía de Asturias para comunicar que nuevamente estaba recibiendo una llamada del autor de la extorsión. Rápidamente el jefe de la Sala del 091, llevó a cabo las primeras gestiones, confirmando que el número desde el que se estaba efectuando esta comunicación pertenecía a una cabina de Oviedo.
Mientras la mujer intentaba alargar todo lo posible la conversación con la voz desconocida, varias dotaciones policiales del grupo de atención al ciudadano, se personaron en menos de tres minutos en el lugar indicado, observando a un hombre en el interior de la cabina con unos guantes puestos.
Cuando el individuo fue interceptado se le localizó entre sus bolsillos una hoja manuscrita con el nombre de la mujer y sus números de teléfonos tanto el fijo como el móvil. También fue encontrada en su poder una factura de teléfono de su víctima donde figuraban los números de ella, siendo presuntamente éste el modo en el que individuo había conseguido la información.
La investigación posterior determinó que el detenido JL.R.A de 33 años, natural de León y con domicilio en Asturias era el marido de una amiga de la víctima, con los que hacía dos años había tenido problemas por una deuda de dinero, si bien reconocía que nunca llegó a pedirle en persona el dinero. La víctima negó este extremo.
Por tal motivo además de los delitos de extorsión y daños fue imputado como presunto autor de un delito de descubrimiento y revelación de secretos.
