Así lo reveló el fiscal en el juicio que se sigue en París contra la cúpula de la banda detenida en 2004

ETA cobró un millón de euros en 2003 mediante extorsiones

La pareja de dirigentes etarras Mikel Albisu, 'Antza', y María Soledad Iparraguirre, 'Anboto', tenían un 'papel preponderante en la cúpula de la organización terrorista cuando fueron arrestados en octubre de 2004, según el acta de acusación contra ellos leída ayer en París. 'Mikel Antza' era el 'líder político' de ETA y como tal 'participaba en las decisiones estratégicas' que tomaba en el seno del comité ejecutivo junto a los otros jefes de los principales aparatos, de acuerdo con la acusación presentada en la segunda jornada del juicio del Tribunal de lo Criminal de París.
También participaba en la gestión contable de la banda, aunque las responsabilidades de esas tareas recaían en 'Anboto', que era la 'responsable del aparato financiero' y desde ese puesto 'aparecía directamente vinculada con las operaciones de extorsión' de empresarios vascos y navarros para el cobro del conocido como 'impuesto revolucionario'. De hecho, según las pruebas recogidas por los investigadores tras el arresto de la pareja en Salies de Béarn (suroeste de Francia) el 3 de octubre de 2004, ella misma se ocupaba de elaborar algunas de las cartas que se enviaban para coaccionar a los empresarios y que pagaban.

En la casa de Salies de Béarn que la pareja ocupaba desde junio de 1999 junto a su hijo -nacido en 1996 en Toulouse, cuando ambos ya llevaban muchos años en la clandestinidad- se halló en diferentes soportes informáticos una relación de los ingresos de la estructura de extorsión 'Gezi' y para el año 2003 había conseguido cobrar 1.064.195 euros. A partir de esos soportes, los investigadores concluyeron que la pareja había dirigido en 2004 una serie de cambios en la estructura de ETA, que había supuesto en particular la creación de dos nuevos departamentos.

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