ETA responde al golpe recibido ayer con las detenciones de cuatro activistas de la banda. Y lo hace de la única manera que sabe: con violencia. Un artefacto explosivo "de escasísima potencia" estalló poco después de las 16.30 horas junto a la carretera Nacional 232, en La Rioja, a la altura de Fuenmayor, sin causar víctimas ni daños materiales de importancia.
Coincidiendo con el último día de la llamada 'operación retorno' de vacaciones, que moviliza a cientos de miles de vehículos.
Un comunicante anónimo, que dijo hablar en nombre de ETA, anunció de la colocación de cinco artefactos que estallarían entre las 15.00 y las 17.00 horas en una llamada a la asociación de ayuda en carretera DYA de San Sebastián. Según este individuo, las bombas estarían colocadas en carreteras de Cantabria, Guipúzcoa, La Rioja y Burgos.
Cinco carreteras españolas, en alerta
La llamada se produjo a las 13.53 horas. El comunicante, que habló en castellano, informó de la colocación de artefactos en el kilómetro 181 de la A-67, a su paso por Barreda (Cantabria); y el kilómetro 421 de la N-232, en Cenicero Fuenmayor (La Rioja). Otros dos artefactos estarían colocados en el kilómetro 7 de la AP-1, en Bergara (Guipúzcoa); y en el kilómetro 251 de la N-1 en Rubena (Burgos).
Ante la posible veracidad de esta información, en La Rioja se cortaron al tráfico dos puntos de la autopista AP-68, el 111 dirección Zaragoza y el 119 dirección Bilbao, y en la Nacional-232 del punto 420 al 429, correspondientes a los municipios de Fuenmayor y Navarrete.
