La acusa, junto a otras 29 personas, de intentar obtener fraudulentamente una incapacidad laboral

El fiscal solicita cuatro años para María José Campanario

Jesulín de Ubrique, Campanario y su madre, a su llegada a la Audiencia Provincial de Cádiz. (Foto: ROMÁN RÍOS)
Insultos y gritos de 'ladrones' a la entrada de los procesados y la petición de anulación del juicio por los abogados de los acusados protagonizaron ayer la primera jornada del juicio de la 'Operación Karlos' en la Audiencia Provincial de Cádiz. La Audiencia enjuicia a una treintena de acusados de estafar a la Seguridad Social para obtener fraudulentamente una incapacidad laboral, entre ellos la esposa del torero Jesulín de Ubrique, María José Campanario, que se sentará en el banquillo bajo una petición del fiscal de cuatro años y medio de cárcel.
Desde las tres de la tarde, medio centenar de personas se concentraron ante las puertas de la Audiencia a la espera de ver a los imputados, en especial, a María José Campanario, foco de atención para la prensa del corazón. A la llegada de los acusados se profirieron gritos e insultos a los acusados de la 'Operación Karlos' a los que llamaron 'chorizos' y 'ladrones'. La expectación que generó el juicio no se vio tanto en el público congregado como en los medios de comunicación, ya que hasta 40 medios se acreditaron para cubrir las sesiones.

El primer letrado en solicitar la nulidad del proceso al presidente de la sala III de la Audiencia Provincial de Cádiz, Manuel Grosso, fue Felipe Meléndez, defensor del inspector médico Francisco Casto Lara, quien cuestionó la imparcialidad del juicio. Meléndez consideró 'de suma gravedad' que haya 'dos grandes bloques' en el banquillo de los acusados, 'los conformes, quienes se conforman con el relato de los hechos' y los 'no conformes, que no están dispuestos a acogerse al escrito de calificaciones'. Además, este letrado pidió que se anulen las escuchas intervenidas durante la 'Operación Karlos' ante la 'falta de control del juez de instrucción'.

Por su parte, Francisco Baena Bocanegra, abogado de María José Campanario y su madre Remedios Torres, calificó el juicio como la 'instrucción don teléfono' porque todo el caso 'se montó a través de las escuchas'.

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