Ibarretxe ofrece a Zapatero un pacto antes de junio y fija en octubre una consulta de ratificación o de desbloqueo

El lehendakari, Juan José Ibarretxe, ofreció hoy al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, alcanzar antes de junio de 2008 un pacto que incluya el derecho a decidir y fijó para el 25 de octubre de ese año una consulta ratificadora del acuerdo o una "habilitadora" que desbloquee la situación. Además, aseguró que adelantará las elecciones para otoño si el Parlamento vasco no refrenda el acuerdo con el Gobierno central o no aprueba la consulta. De todas formas, aunque ésta se celebre en octubre, anunciaría para otoño la anticipación de los comicios, sea cual sea el resultado.

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El lehendakari "oficializó" en el Parlamento vasco "una oferta institucional" a Zapatero para lograr un pacto político entre Euskadi y España sobre dos principios claros: "el principio ético de rechazo a la violencia y el principio democrático de respeto a la voluntad de la sociedad vasca", con el acuerdo se incorpore en el ordenamiento jurídico. El pacto tendría que ser sometido a referéndum.

A su juicio, el compromiso debe ser doble, el de lograr el fin de la violencia cuando se den las condiciones de la resolución del Congreso de mayo de 2005 y auspiciar un proceso de negociación entre los partidos, sin exclusiones, para alcanzar en un tiempo limitado un acuerdo "que desarrolle y articule jurídicamente el pacto alcanzado para su posterior ratificación por la sociedad vasca en un referéndum resolutivo".

Aseguró que trasladará personalmente esta "oferta" al presidente del Ejecutivo central y dijo que es posible un acuerdo si hay voluntad política.

Ibarretxe anunció que se celebrará un pleno extraordinario en el Parlamento vasco en junio de 2008 para refrendar el pacto con el Estado y autorizar una consulta "jurídicamente vinculante para su ratificación o bien para autorizar la celebración de una consulta habilitadora que abra un proceso de solución", es decir, que desbloquee la situación. En este contexto, dijo que la sociedad debe "trasladar el mandato de abrir un doble proceso de diálogo y negociación", para acabar con la violencia y con el conflicto.

"Si por parte de este Parlamento no se refrendara el pacto y no se aceptara la consulta ratificadora del mismo o, si en su caso, se decidiera negar la autorización de una consulta habilitadora que abra un proceso de solución, por supuesto, aceptaré la decisión, disolveré el Parlamento y convocaré elecciones en otoño", concluyó.

CONSULTA

En este sentido, propuso que, "mediante su opinión, democráticamente expresada el próximo 25 de octubre de 2008, la sociedad vasca abra el camino a recorrer, legitime su contenido y valide un proceso de negociación política". "En esa fecha, la sociedad vasca tendrá en sus manos la capacidad para ratificar el pacto alcanzado o bien para desbloquear la situación y abrir un proceso de solución", añadió.

"En el primer caso, la sociedad vasca tendrá la oportunidad de ratificar en una consulta jurídicamente vinculante, convocada al conjuntamente por el presidente español y el lehendakari, el Pacto Político alcanzado", aseveró.

En caso de que esto no se produzca, "la sociedad vasca tendrá en sus manos la capacidad para enviar a todas las partes el mandato de abrir un proceso de solución, mediante una consulta habilitadora que no será jurídicamente vinculante, aunque tendrá plena validez política, social y democrática, para abordar el fin definitivo de la violencia y la solución del conflicto".

En este sentido, afirmó que la sociedad vasca será consultada "para que el Gobierno español y ETA inicien un proceso de diálogo con el objetivo de lograr el fin definitivo de la violencia, siempre que ETA manifieste previamente su voluntad inequívoca de abandonar el terrorismo y que las decisiones políticas correspondan a los representantes políticos vascos".

En segundo lugar, la pretensión es que "todas las fuerzas políticas vascas, sin exclusiones, inicien un proceso de negociación con el objetivo de alcanzar, en un plazo determinado, un acuerdo de normalización política sobre el ejercicio del derecho a decidir del pueblo vasco y sobre el marco de relaciones, tanto internas como externas".

"Deseo adelantar que, sea cual sea el resultado de la consulta, tanto si es positivo como negativo, mi compromiso es disolver posteriormente la Cámara y convocar elecciones. Este es un compromiso público e independiente del resultado de la consulta", asevera.

PROCESO DE NEGOCIACION

Asimismo, señala que el proceso de negociación y referéndum resolutivo se celebrarían en el segundo semestre de 2010. "Si todos, incluida ETA, nos hemos manifestado en multitud de ocasiones dispuestos a respetar la voluntad popular, nuestro compromiso debería ser, en primer lugar, aceptar que la sociedad vasca sea consultada y, en segundo lugar, asumir, respetar y dar respuesta a esa voluntad", indicó.

De esta forma, dijo que, "una vez celebrada" cualquiera de las dos consultas, y si ésta es positiva, la siguiente fase es que "todas las partes implicadas se sientan obligadas democráticamente a dar los pasos para iniciar un proceso de solución".

"ETA estaría obligada por decisión popular a realizar una manifestación inequívoca, creíble y demostrable, de su voluntad para poner fin a la lucha armada y, en consecuencia, el Gobierno español y ETA abrirían una mesa de diálogo para dilucidar todos los aspectos relacionados con el fin definitivo de la violencia", apuntó.

También manifestó que, "por otro lado, todas las fuerzas políticas vascas, sin exclusiones, estarían comprometidas a poner en marcha una mesa de negociación política para alcanzar, en un plazo fijado de antemano, un Acuerdo de Normalización Política sobre el derecho a decidir del pueblo vasco y las relaciones de territorialidad; a continuación, sería sometido a referéndum resolutivo".

En su opinión, "este acuerdo político debe tener la vocación de máxima integración, pero sin vetos por parte de nadie". También consideró que el conflicto será "difícilmente superable si, para la búsqueda de la solución, partimos de la premisa de que 'todos deben estar de acuerdo'", porque "legitima la actitud de bloqueo y de veto de aquellos sectores y partidos que abogan por mantener el 'statu quo' alcanzado".

"De este modo, a cualquier propuesta de cambio en Euskadi, algunos partidos exigen un consenso y un respaldo popular mucho mayor que el que se exigió y se exige, para mantener el marco jurídico-político vigente", señaló.

En esta línea, señaló que "es preciso reivindicar el estricto principio democrático" para resolver "los conflictos políticos y romper definitivamente la espiral que nos ata indefectiblemente al bloqueo permanente".

REFERENDUM RESOLUTIVO

El lehendakari señaló que el referéndum resolutivo para la culminación del proceso será el segundo semestre del año 2010.

"El proceso debe culminar en un referéndum resolutivo que plasme el ejercicio del derecho a decidir libremente nuestro propio futuro", dijo.

A su entender, este proceso tendrá dificultades y, por ello, señaló que "una de las claves del éxito" es fijar "de antemano una fecha en la cual se convoque un referéndum resolutivo que cierre el proceso".

"Debería culminar razonablemente en la segunda mitad del año 2010, un tiempo más que suficiente para la negociación entre las formaciones políticas", manifestó.

Juan José Ibarretxe señaló que "su hoja de ruta" pone "al frente a la sociedad vasca" porque "tendrá la llave" para evitar que se vuelva "a caer en la espiral de la violencia y del no-diálogo político". "Tenemos que dar a la sociedad vasca la palabra y la decisión para desbloquear, abrir el proceso y fijar el camino a seguir, concluyó.

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