El juez se muestra satisfecho con el desarrollo del juicio porque 'se ha acreditado lo que pasó'

El juez Baltasar Garzón, a su llegada al Tribunal Supremo. EFE
El juez Baltasar Garzón se ha mostrado satisfecho con el desarrollo de la vista en la que se le ha juzgado por intervenir las comunicaciones que mantuvieron en prisión los cabecillas de la trama Gürtel con sus abogados. 'Se ha acreditado lo que pasó, no lo que dicen que pasó', ha añadido.
Así se ha pronunciado en una conversación informal con periodistas a la salida del Salón de Plenos del Tribunal Supremo, donde este jueves ha quedado visto para sentencia el juicio en el que se enfrenta a pena de multa y de hasta 17 años de inhabilitación por supuestos delitos de prevaricación y contra las garantías constitucionales.

Al ser preguntado cómo le parecen las declaraciones de los testigos que avalaron que antepuso el derecho de defensa 'a cualquier otra cosa', el magistrado ha respondido que corresponde a los jueces hacer esta valoración. 'Es la hora del tribunal', ha dicho.

Los policías de la Unidad contra la Delincuencia Económica y Financiera (UDEF) y el funcionario de la Audiencia Nacional, dedicado casi en exclusiva al caso Gürtel, pusieron de manifiesto el riesgo de que los miembros de la red corrupta evadieran fondos al extranjero.

Los magistrados Joaquín Giménez, Luciano Varela, Manuel Marchena, Andrés Martínez Arrieta, Francisco Monterde, Juan Manuel Berdugo y Miguel Colmenero se han reunido a deliberar al término del juicio por las escuchas de la Gürtel. La ponencia de la sentencia que dicte el tribunal sobre este asunto ha recaído en Colmenero.

VOLVERÁ EL DÍA 24 AL SUPREMO

El titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, suspendido provisionalmente de sus funciones desde mayo de 2010, se ha enfrentado a lo largo de tres sesiones al primer juicio de las tres causas que tiene abiertas en su contra en el Tribunal Supremo.

El magistrado, conocido universalmente por su lucha contra ETA, el narcotráfico y los crímenes de lesa humanidad, tendrá que volver al banquillo a partir del próximo 24 de enero por un presunto delito de prevaricación por investigar el franquismo careciendo de competencias.

Además, está pendiente de saber si el alto tribunal le abre juicio oral por los pagos que recibió supuestamente del Banco del Santander y otras entidades por organizar unos cursos en la Universidad de Nueva York.

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