Admite que fue “desafortunada” y reconoce que alguien podría cuestionar su imparcialidad

La juez Murillo deja el juicio tras llamar cabrones a los etarras

La juez Murillo, durante el juicio por el asesinato de José Javier Múgica
'He decidido abstenerme del conocimiento de este asunto en aras de no causar perjuicio alguno al procedimiento, a las partes procesales, a los acusados en situación de prisión y a las víctimas', anunció la presidenta del tribunal, Ángela Murillo tras llamar 'cabrones' al exjefe de ETA Francisco Javier García, Txapote, y otros tres etarras en el juicio por el asesinato de José Javier Múgica.
La juez Murillo reconoció que su expresión fue 'ciertamente desafortunada', y aunque considera que su imparcialidad objetiva se mantiene 'inalterada', comunicó su renuncia al presidente de la sala de lo penal de la Audiencia Nacional, Javier Gómez Bermúdez, que aceptó su abstención.

En la explicación ofrecida a los presentes en la sala, Murillo subrayó que la emisión de tal comentario 'es una realidad, aunque ninguno de los asistentes pudo apercibirse de ella porque a ninguno iba dirigido', dijo. La magistrada estima que, pese a haber pronunciado esas palabras, su 'imparcialidad subjetiva permanece inalterada', si bien considera que la doctrina sentada por el Tribunal Supremo, que entiende de gran importancia la 'imparcialidad objetiva, que sin duda alguien puede considerar afectada', es motivo para retirarse del juicio.

Murillo trasladó su idea a Gómez Bermúdez, que instó a la magistrada a tomar la decisión que creyera conveniente y mostró su disposición a realizar los trámites necesarios para la incorporación al tribunal de un nuevo magistrado. El elegido, en virtud del turno de sustituciones y la ausencia de señalamientos, fue José Ricardo de Prada.

Murillo y la parcialidad
No era la primera vez que la magistrada era protagonista de una polémica similar. El pasado 8 de febrero, el Supremo anuló una condena a dos años de prisión que la magistrada impuso al exportavoz de Batasuna Arnaldo Otegi por enaltecimiento del terrorismo, al estimar que la juez exteriorizó 'un prejuicio acerca de su culpabilidad' al preguntarle si condenaba la violencia. Al negarse Otegi a contestar, Murillo añadió: 'Ya sabía yo que no iba a responder'.

En junio pasado, volvió a ser cuestionada por su intervención durante el juicio del caso Bateragune, en el se juzgaba otra vez a Otegi y otros siete dirigentes abertzales. En este caso, la magistrada se dirigió a la procesada Miren Zabaleta del siguiente modo: 'Usted se ha manifestado contraria a la violencia política ¿Qué es la violencia política? ¿Un tiro en la nuca es violencia política?'. En otro momento del juicio, Murillo también comentó la actitud del dirigente abertzale Rufino Etxeberria, que compareció como testigo y al entrar en la sala se abrazó con Otegi, tras lo que la magistrada le preguntó si tenía algún interés en la causa. Etxeberria admitió que su deseo era que todos salieran absueltos, ante lo que la juez respondió: 'Entonces, usted de imparcial poco, ¿no?'. En esta ocasión, la propia juez decidió que sus comentarios no tuvieran consecuencias para el juicio, por lo que se adelantó a una posible anulación, decidiendo abstenerse.

El juicio se reanuda hoy, con un nuevo tribunal al que además del citado José Ricardo de Prada, se incorpora a la presidencia del tribunal, que ostentaba Murillo, Carmen Paloma González.

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