Más de 200 personas trabajan en la limpieza de las zonas afectadas por las lluvias

Más de 200 personas, entre efectivos de Bomberos y militares, fundamentalmente, han trabajado durante la noche en las labores de retirada de escombros y barro de las calles de los municipios alicantinos y valencianos afectados por las últimas lluvias, especialmente en El Verger.

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Según fuentes de la Generalitat valenciana, unos 25 voluntarios de Protección Civil se unieron ayer a estos trabajos nocturnos en El Verger, y está previsto que durante el día de hoy se incorporen unas 40 personas más para colaborar en otros municipios.

El Verger, junto a Beniarbeig, Els Poblets y Calpe, son cuatro de los municipios alicantinos más afectados por la tromba de agua caída el viernes, que además provocó el desbordamiento del río Girona a su paso por algunos de ellos. Centenares de personas vieron sus casas anegadas de fango y tierra, y durante el día de ayer iniciaron la limpieza de las mismas y la recogida de sus enseres todavía útiles, una labor que habrán de continuar en el día de hoy.

Por su parte, fuentes del Consorcio Provincial de Bomberos de Alicante han indicado que han dividido su trabajo en cuatro zonas de actuación correspondientes a las localidades de El Vergel, Calpe, Dénia y Jávea, donde se encuentran desplegados numerosos vehículos que no cesan en sus tareas.

Terremoto de magnitud 2,2

Estas fuentes de Bomberos han informado también de que sobre las 06.30 horas de esta mañana se ha registrado un terremoto de magnitud 2,2 en la carretera que une los municipios alicantinos de Llíber y Gata de Gorgos, en la comarca de la Marina Alta.

El seísmo ha generado "una pequeña alarma" entre la población, sobre todo en el municipio de Calpe, donde la Policía Local ha recibido numerosas llamadas de los vecinos que habían notado el movimiento de tierra. Al parecer este terremoto no ha provocado daños materiales, aunque según el Consorcio Provincial tal vez pueda haberse derrumbado algún muro o similar, pero dada la situación que se vive en la zona tras las fuertes lluvias del pasado viernes, ha pasado "desapercibido".

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