El presidente de la Generalitat, Artur Mas, anunció ayer que convocará elecciones anticipadas para el 25 de noviembre, con la intención de poner en marcha un proceso que permita a los catalanes ejercer su 'derecho a la autodeterminación' y conseguir un Estado propio en un plazo de una o dos legislaturas. Asimismo, Mas confirmó que, una vez que Cataluña consiga sus 'objetivos nacionales', no volverá a presentarse a la Presidencia.
El debate de política general en el Parlament, que arrancó ayer con la intervención de hora y media de Mas, debía servir para iniciar el nuevo curso parlamentario tras las vacaciones de verano pero, en cambio, sirvió para clausurar la IX legislatura, la más corta desde 1980, ya que habrá durado tan solo dos años.
Mas no esperó ni cinco minutos de su discurso para confirmar lo que en las últimas semanas, desde la manifestación de la Diada y tras el 'no' del Gobierno de Mariano Rajoy al pacto fiscal, se convirtió ya en un secreto a voces: la convocatoria de elecciones anticipadas, que fijó para el 25 de noviembre. 'En momentos excepcionales, decisiones excepcionales', sentenció Mas, que considera necesaria una 'nueva legitimidad' obtenida en las urnas para afrontar un proceso 'histórico'.
MISIÓN HISTÓRICA
'El Parlament que salga de las urnas deberá hacer frente a una misión histórica, probablemente la más compleja y trascendente de los últimos 300 años, también la más arriesgada, donde tenemos más que ganar o más que perder', dijo Mas, que dio así a los comicios un carácter constituyente y, en la práctica, plebiscitario sobre el reto de conseguir un Estado propio para Cataluña.
Mas, que ya comunicó el lunes sus intenciones al líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, y ayer hizo lo propio con los miembros de su Gobierno y la presidenta del Parlamento, proclamó que ya 'ha llegado la hora' de que Cataluña ejerza su 'derecho a la autodeterminación': 'Que el pueblo catalán decida libremente su camino de futuro, su horizonte. Sometámonos todos a su voluntad, acatemos todos su veredicto'.
En su intervención, el presidente catalán explicó que previsiblemente los recortes presupuestarios seguirán tras las elecciones, y advirtió de que 'prometer a la población que se acabarán es engañar'.
Mas argumentó que formar parte de Europa significa reducir el déficit actual, por lo que la austeridad es la vía que debe seguir Cataluña, al tiempo que defendió que los recortes 'no son de derechas ni de izquierdas ni de centro'.
En la última parte de su intervención, aprovechó para ligar su futuro político a la consecución del objetivo del Estado propio: no se volverá a presentar como candidato a presidir la Generalitat una vez Cataluña alcance sus 'objetivos nacionales'.
'Mejor en una legislatura que en dos, si es posible', señaló Mas, convencido de que se acercan tiempos que 'exigirán un elevado sentido de Estado y de país y altas dosis de generosidad'.
Mas no esperó ni cinco minutos de su discurso para confirmar lo que en las últimas semanas, desde la manifestación de la Diada y tras el 'no' del Gobierno de Mariano Rajoy al pacto fiscal, se convirtió ya en un secreto a voces: la convocatoria de elecciones anticipadas, que fijó para el 25 de noviembre. 'En momentos excepcionales, decisiones excepcionales', sentenció Mas, que considera necesaria una 'nueva legitimidad' obtenida en las urnas para afrontar un proceso 'histórico'.
MISIÓN HISTÓRICA
'El Parlament que salga de las urnas deberá hacer frente a una misión histórica, probablemente la más compleja y trascendente de los últimos 300 años, también la más arriesgada, donde tenemos más que ganar o más que perder', dijo Mas, que dio así a los comicios un carácter constituyente y, en la práctica, plebiscitario sobre el reto de conseguir un Estado propio para Cataluña.
Mas, que ya comunicó el lunes sus intenciones al líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, y ayer hizo lo propio con los miembros de su Gobierno y la presidenta del Parlamento, proclamó que ya 'ha llegado la hora' de que Cataluña ejerza su 'derecho a la autodeterminación': 'Que el pueblo catalán decida libremente su camino de futuro, su horizonte. Sometámonos todos a su voluntad, acatemos todos su veredicto'.
En su intervención, el presidente catalán explicó que previsiblemente los recortes presupuestarios seguirán tras las elecciones, y advirtió de que 'prometer a la población que se acabarán es engañar'.
Mas argumentó que formar parte de Europa significa reducir el déficit actual, por lo que la austeridad es la vía que debe seguir Cataluña, al tiempo que defendió que los recortes 'no son de derechas ni de izquierdas ni de centro'.
En la última parte de su intervención, aprovechó para ligar su futuro político a la consecución del objetivo del Estado propio: no se volverá a presentar como candidato a presidir la Generalitat una vez Cataluña alcance sus 'objetivos nacionales'.
'Mejor en una legislatura que en dos, si es posible', señaló Mas, convencido de que se acercan tiempos que 'exigirán un elevado sentido de Estado y de país y altas dosis de generosidad'.
