Un miembro de ETA encañona a un ciudadano francés que le impidió robar su furgoneta

Un miembro de ETA encañonó con una pistola a un ciudadano francés que se le enfrentó para impedir que le robara una furgoneta de su propiedad en el Departamento de Lot. El etarra se dio a la fuga ayudado por una cómplice. Ambos podrían estar implicados en el robo de 2.000 litros de nitrometano cometido el pasado miércoles, día 10, según han informaron fuentes de la lucha antiterrorista.

Además, ayer también se localizó un vehículo Skoda Octavia que había sido utilizado en el asalto a los laboratorios Labema, de Lorette (Loira), donde se cometió el robo de los 2.000 litros de nitrometano, sustancia susceptible de ser utilizada en la confección de explosivos.

El incidente entre el miembro de ETA y el ciudadano francés se produjo a las cuatro de la tarde de ayer, viernes, en la pequeña localidad de Cambes, de apenas trescientos habitantes, situada en el Departamento de Lot. A la hora indicada, un vecino del municipio estacionó una furgoneta de su propiedad, modelo Renault Kangoo, delante de un establecimiento y se introdujo en el local para comprar tabaco. Al volver a la calle descubrió a un individuo dentro del vehículo intentando ponerlo en marcha, por lo que se dirigió hacia ladrón y se encaró con él, sujetándole para impedir el robo.

El ladrón sacó entonces una pistola con la que encañonó al propietario de la furgoneta y le obligó a detenerse. En ese momento se acercó otra furgoneta, modelo Citroen Berlingo de color gris y con matrícula del departamento 46 (Lot), conducida por una mujer, en la que se subió el pistolero y con la que la pareja se dio a la fuga. El vecino de Cambes denunció lo ocurrido ante la Gendarmería que activó poco tiempo después el plan Epervier (Gavilán) para intentar localizar a los dos ocupantes del vehículo que, según las fuentes consultadas, eran miembros de ETA.

División en dos parejas

Las fuentes de la lucha antiterrorista sospechan que los protagonistas de este incidente puede ser dos de los cuatro miembros de ETA que el miércoles llevaron a cabo el asalto de los laboratorios Labema, en Lorette. El comando etarra estaba formado por dos hombres y dos mujeres, encapuchados y armados con pistolas, que redujeron al director de la empresa, Jean Pierre Laronze, lo maniataron y le amenazaron con una pistola en la sien. Después se apoderaron de 400 bidones con nitrometano y se dieron a la fuga en dos vehículos de la empresa.

Uno de esos vehículos, un Skoda Octavia, fue encontrado ayer en la localidad de Curieres, del Departamento de Aveyron. El vehículo había sido destruido por un incendio provocado, una práctica habitual de ETA a la hora de abandonar los coches utilizados para evitar que la policía pueda encontrar huellas que permitan la identificación de los terroristas. La localidad de Curieres se encuentra a poco más de trescientos kilómetros de Lorette, donde se cometió el robo, mientras que desde Curieres hasta Cambes hay alrededor de un centenar de kilómetros.

Se da la circunstancia de que Cambes se encuentra a apenas sesenta kilómetros de la capital del departamento, Cahors, donde el pasado 1 de septiembre la policía francesa localizó una casa en la que la organización terrorista tenía instalado un laboratorio de explosivos y fabricación de bombas bajo la dirección de Luis Ignacio Iruretagoyena Lanz, "Suny", un veterano miembro de ETA con amplia experiencia en la elaboración de explosivos.

Aunque no existen pruebas concluyentes, los servicios antiterroristas galos sospechan que la pareja de etarras localizada en Cambes tomó parte en el robo de los 2.000 litros de nitrometano y que se encontraba regresando hacia el País Vasco francés utilizando vías secundarias. La pareja habría quemado el primer vehículo en Curieres, después habría continuado su fuga con la Citroen Berlingo hasta llegar al Departamento de Lot donde intentaron apoderarse de otra furgoneta para cambiar de vehículo y proseguir la huida, pero se encontraron con la resistencia del propietario que frustró sus planes.

Medios policiales franceses creen que los asaltantes se dividieron en dos parejas tras el robo y emprendieron la fuga separados y con el botín del asalto repartido por motivos de seguridad. En caso de ser interceptada una de las parejas, la otra podría llegar a lugar seguro con el material para la fabricación de explosivos.

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