El presidente de la Generalitat, José Montilla, declaró que no adelantará las elecciones catalanas y que se convocarán a la vuelta de vacaciones, en otoño, tal como estaba previsto. Asimismo, descartó las respuestas a la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) que han planteado sus socios de ICV-EUiA y ERC como la convocatoria de una consulta o un referéndum. El presidente del Parlamento catalán, Ernest Benach (ERC), afirmó que la sentencia del TC 'provoca una crisis de Estado' porque rompe el pacto entre la Cámara catalana y las Cortes e ignora la voluntad que expresaron los ciudadanos de Cataluña en referéndum.
El TC dictaminó el lunes la inconstitucionalidad de 14 artículos del Estatut, que rebajan competencias de la Generalitat catalana en materia de lengua, justicia y financiación, y sometió a interpretación otros 27. El contenido del fallo, tras casi cuatro años de deliberaciones, se conocerá en los próximos días.
Montilla indicó que él es favorable a que se pongan sobre la mesa todas las iniciativas posibles para afrontar el recorte del Estatut, siempre y cuando se produzcan dentro del marco de la legalidad: 'Yo no puedo convocar un referéndum. En un Estado de derecho las cosas deben hacerse según el reglamento jurídico vigente'.
'crisis de estado'
Por su parte, Benach afirmó que la sentencia 'provoca una crisis de Estado' y aprobó sumarse al llamamiento para una manifestación ciudadana tal y como hiciera el lunes el propio Montilla. Benach consideró que la sentencia, pese a que se desconoce todavía su contenido exacto, supone una transformación del Estatut aprobado por los catalanes en referéndum, lo que calificó como 'un golpe que desacredita el propio sistema institucional del Estado español'.
Asimismo, Benach pidió a todos los partidos y a la ciudadanía que la respuesta se base en tres aspectos: defensa de la dignidad de las instituciones catalanas y la nación, unidad del mayor número de fuerzas posibles y defensa del derecho a decidir. El pueblo exige respeto a su voluntad de autogobierno y a su condición de nación', esgrimió el presidente. 'Es el momento de demostrar políticamente que somos una nación capaz de aparcar diferencias partidistas para defender los intereses de Cataluña', clamó.
Montilla abogó también por una reacción 'unitaria, serena, cívica y democrática, detrás de la Senyera, que es el símbolo unitario del pueblo de Cataluña', dejando claro que no será el Gobierno catalán quien convoque manifestaciones, sino que esta tarea corresponde a las formaciones políticas y a entidades cívicas, y confirmó que él estará presente en cualquier manifestación que tenga como propósito proclamar la 'afirmación nacional'.
Montilla indicó que él es favorable a que se pongan sobre la mesa todas las iniciativas posibles para afrontar el recorte del Estatut, siempre y cuando se produzcan dentro del marco de la legalidad: 'Yo no puedo convocar un referéndum. En un Estado de derecho las cosas deben hacerse según el reglamento jurídico vigente'.
'crisis de estado'
Por su parte, Benach afirmó que la sentencia 'provoca una crisis de Estado' y aprobó sumarse al llamamiento para una manifestación ciudadana tal y como hiciera el lunes el propio Montilla. Benach consideró que la sentencia, pese a que se desconoce todavía su contenido exacto, supone una transformación del Estatut aprobado por los catalanes en referéndum, lo que calificó como 'un golpe que desacredita el propio sistema institucional del Estado español'.
Asimismo, Benach pidió a todos los partidos y a la ciudadanía que la respuesta se base en tres aspectos: defensa de la dignidad de las instituciones catalanas y la nación, unidad del mayor número de fuerzas posibles y defensa del derecho a decidir. El pueblo exige respeto a su voluntad de autogobierno y a su condición de nación', esgrimió el presidente. 'Es el momento de demostrar políticamente que somos una nación capaz de aparcar diferencias partidistas para defender los intereses de Cataluña', clamó.
Montilla abogó también por una reacción 'unitaria, serena, cívica y democrática, detrás de la Senyera, que es el símbolo unitario del pueblo de Cataluña', dejando claro que no será el Gobierno catalán quien convoque manifestaciones, sino que esta tarea corresponde a las formaciones políticas y a entidades cívicas, y confirmó que él estará presente en cualquier manifestación que tenga como propósito proclamar la 'afirmación nacional'.
